Al menos 15 muertos y otros 28 heridos, en su mayoría jóvenes estudiantes, es el saldo de un ataque con explosivos en un centro islámico de Afganistán.

El ataque tuvo lugar hacia las 12:45 en la madrasa o escuela islámica de Jahadia. Es un centro de formación en la ciudad de Aybak, de la provincia de Samangan, “durante las oraciones”. Así lo indicó a EFE el director de Información provincial, Imdadullah Muhajir.

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“El enemigo de la nación puso explosivos dentro de la madrasa causando la muerte de 15 estudiantes e hirió a otros 28”, detalló.

Hasta el momento ningún grupo armado ha reivindicado este ataque. Sin embargo, todo apunta al grupo yihadista Estado Islámico (EI). Este ha reclamado la autoría de atentados similares durante el último año en Afganistán, sobre todo en centros de culto.

Desde la llegada de los talibanes al poder el Estado Islámico de Khorasan, se ha erigido como la principal amenaza a la estabilidad del país. Si bien el Gobierno de los fundamentalistas insiste en negar que la organización armada represente un desafío de seguridad.

El atentado en Afganistán

El EI se ha atribuido la autoría de numerosos atentados sobre todo contra miembros de la minoría chií hazara, además de ataques con bomba y suicidas en mezquitas, escuelas, zonas diplomáticas o de alta seguridad.

Solo el pasado septiembre al menos 53 personas murieron, entre ellas 46 niñas y mujeres jóvenes, y 110 resultaron heridas, en un ataque suicida contra un centro educativo situado en un barrio de la discriminada minoría chií hazara en Kabul.

Los talibanes por su parte han dirigido operaciones en diversos puntos del país en un intento por desarticular a los yihadistas y materializar las promesas de seguridad que hicieron durante la guerra, antes de llegar al Gobierno, cuando aseguraron que las zonas bajo su control estaban libres de terrorismo y crimen.