¿Los recuerdan? Desde que comenzó la pandemia, distintas municipalidades del país gastaron Q97 mil 057 en arcos de desinfección cuando los vehículos ingresaran a sus municipios o en las entradas de edificios públicos, de acuerdo a datos de Guatecompras. Según las autoridades, estos los usaron para prevenir la propagación del COVID-19.

Sin embargo, el ministerio de Salud prohibió su uso el 17 de abril de 2020 porque no existe evidencia que sea efectiva como medida sanitaria de prevención. Pese a la advertencia, las corporaciones municipales continuaron con estos gastos.

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En común, todas se hicieron bajo la modalidad de compra de baja cuantía, ya que los materiales para cada arco que instalaron costaron Q2 mil 700 en promedio.

La que más compras realizó fue Santa María de Jesús, Sacatepéquez. En total utilizó Q9 mil 529 en materiales para realizar estos túneles de desinfección por donde pasaron quienes entraron al municipio.

Se buscó conocer con la municipalidad sus razones para adquirir estos arcos, pero no se logró localizar a personal de la municipalidad vía telefónica. La alcaldesa actual es Celestina Tepaz, sustituyó a Daniel Sunún Sicá quien falleció por COVID-19.

Las municipalidades que más gastaron

El mayor proveedor de insumos para esta localidad fue Vicente Juana Orón Mixtun, propietario de la ferretería El Volcán cuya sede se localiza en el municipio. Santa María de Jesús es su único cliente con 462 compras de baja cuantía que suman Q1.2 millones en su historial.

La alcaldía que más gastó en estos insumos fue San Juan Sacatepéquez, Q19 mil 932. Las estructuras las proveyeron Allan Wellman Hernández y Distribuidora Ferretera El Ahorro.

Uno de estos arcos costó Q5 mil, cuya altura fue de 8.80 metros de largo por 5 metros de largo, en el puente El Zapote de la localidad. También se instaló uno peatonal por Q1 mil 900 en el mercado de la ciudad por Q1 mil 900.

Por su lado, Escuintla pagó Q22 mil 300 por una estructura, incluye mano de obra, aunque la alcaldía no especificó donde la colocó.

Otra de las entidades que usó este tipo de insumos fue el Instituto de Recreación de los Trabajadores (IRTRA) y gastó Q1 mil 437. Las instalaron en el parque Xocomil en Retalhuleu.

Uno de los químicos prohibidos por el ministerio de Salud que se usan en estos arcos es el amonio cuaternario. Entidades como el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG) gastaron Q4 mil 316.

No hay registros de que las municipalidades realizaron estas compras mediante concursos. [Por Isaias Morales. Vía Ojoconmipisto]