España empató 1-1 contra Alemania en la segunda jornada de la fase de grupos del Mundial de Qatar 2022.

La roja regresó a los empates que marcaron su camino en la última Eurocopa, frenada por el factor competitivo de una Alemania que estuvo contra las cuerdas con el gol de Álvaro Morata. Esto antes de una reacción final que hizo buena Niclas Füllkrug para rebajar la euforia de la Roja y dejar a todos los integrantes del grupo con opción de clasificación a octavos en la última jornada.

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Las opciones de España están intactas, pero sintió la exigencia de un Mundial tras la exhibición de su puesta en escena.

La grandeza de Alemania, su reto de igualar las cinco estrellas brasileñas, le obligaban a levantarse del golpe japonés y reaccionar. Dos equipos similares en su filosofía, un duelo ajedrecístico. El pulso por ver quien conseguía presionar arriba, provocar el error e instalarse en campo contrario. Rebajó la vistosidad de un duelo intenso.

Alemania y España un duelo cerrado con tintes de instancia final

Nunca terminó de romperse uno de esos partidos con aspecto de prórroga en caso de haberse producido más entrada la competición. A España se le presentó la oportunidad de correr, pero perdonó Marco Asensio la que tuvo para la sentencia. Y a Alemania nunca se le puede dar por muerta. Sacó a relucir el orgullo que tanto éxito le dio en el pasado, mordió y cambió el panorama.

Al igual que Luis Enrique encontró el premio cuando dio entrada a un 9 puro, lo logró Flick con Hofmann. Se durmió Rodri en una de esas acciones a centro lateral en la que queda patente que no es central. Fue un aviso. Había sacado con el cuerpo Unai un disparo franco de Musiala y ya nada pudo hacer cuando el balón cayó botando, como desea cualquier delantero, para el derechazo imparable de Füllkrug.