Las recientes lluvias han traído consigo no solo alivio a la sequía que azotaba la región, sino también han evidenciado un problema ambiental de grave magnitud: la alarmante contaminación del Río Guacalate, en la aldea San Lorenzo El Tejar del municipio de Pastores, Sacatepéquez.
Las autoridades y la comunidad local han expresado su profunda preocupación ante esta situación que pone en riesgo tanto el ecosistema del río como la salud de las personas que dependen de él. La gobernadora departamental de Sacatepéquez, Angelina Aspuac, ha realizado un llamado urgente a la población para tomar conciencia sobre la gravedad del problema y tomar medidas inmediatas para evitar que la contaminación continúe avanzando.
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Daño al río Guacalate
Según se ha reportado, la contaminación del Río Guacalate se presenta principalmente por la presencia de desechos sólidos, aguas residuales y productos químicos que son vertidos de manera irresponsable en el cauce del río. Esta situación ha provocado la proliferación de bacterias y otros microorganismos nocivos que ponen en riesgo la salud de las personas que tienen contacto con el agua, ya sea para consumo, riego de cultivos o actividades recreativas.
Además del impacto en la salud humana, la contaminación del Río Guacalate también está causando un grave daño al ecosistema del río. La presencia de contaminantes está afectando la flora y fauna del lugar, poniendo en peligro la supervivencia de diversas especies de peces, aves y otros animales que dependen del río para su supervivencia.
Ante esta situación, las autoridades han hecho un llamado a la acción tanto a las instituciones gubernamentales como a la comunidad en general. Se están realizando esfuerzos para identificar las fuentes de contaminación y tomar medidas para sancionar a los responsables.
Responsabilidad de todos
Es fundamental que todos tomemos conciencia de la importancia de proteger nuestros recursos hídricos. Debemos adoptar prácticas responsables que eviten la generación de residuos y la contaminación de los ríos. Solo a través de un esfuerzo conjunto y una verdadera cultura de cuidado ambiental podremos preservar la salud del Río Guacalate y garantizar su bienestar para las futuras generaciones.