Los efectos de la comida rápida en nuestro organismo

Como su nombre lo indica, la comida rápida la obtienes de manera rápida y la ingieres también rápidamente. Esto resulta una ventaja para gran parte de la población, que al tener mucho trabajo y responsabilidades le resta importancia al tiempo que necesita para sentarse a comer, por lo que este tipo de comidas le facilita su día a día y le evita perder ese “tiempo sagrado”.

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Pero, ¿realmente se puede considerar esta comida una ventaja?

La comida rápida está formada por un conjunto de alimentos ricos en azúcar y grasa saturada que aportan una alta densidad energética y una densidad nutricional muy baja, es decir, que son de muy mala calidad porque tienen pocos nutrientes y muchas calorías.

Además, es una comida rica en saborizantes, aditivos y conservantes especiales para impedir su deterioro por un tiempo determinado. Entre los conservantes artificiales más comunes están los sulfitos, nitritos y nitratos, así como los ácidos sórbico, acético y benzoico. Y entre los naturales tenemos el azúcar y la sal.

¿Qué esconden los componentes de la comida rápida?

Todos estos saborizantes, grasa y azúcar son agregados a la comida rápida en grandes cantidades. Por eso puede resultar muy sabrosa, nos da muchas ganas de ingerirla e incluso a veces se nos dificulta el parar de comer cuando ya estamos más que saciados. Entonces terminamos consumiendo cantidades inadecuadas.

Lo que sucede es que se produce un efecto adictivo por este tipo de comida. Nos otorga satisfacción y plenitud de manera pasajera, haciendo que cuando culmine ese efecto nos den ganas de consumirla de nuevo, volviéndose un ciclo vicioso.

Por otro lado, al tener una composición nutricional pobre, no nos sacia, por lo que tus células siguen “hambrientas”, pidiendo comida de verdad. La sensación de llenura en el estómago no es por una acción saciante, sino por pesadez e hinchazón, siendo esto causa de muchas patologías gastrointestinales.

Otra de las consecuencias negativas de estos aditivos es que pueden causar una serie de daños en el organismo —por ejemplo, en el riñón—, de acuerdo con sus niveles de toxicidad. Es el caso de los nitritos y nitratos, abundantes en productos cárnicos y embutidos. [Yahoo Vida y Estilo]