Ante el fuerte repunte de contagios por la variante delta, varios países europeos han optado o están considerando la vacunación obligatoria. Esto al menos para empleados sanitarios, profesores u otros que trabajan a nivel público.

La vacunación obligatoria ha encendido las protestas en algunos países europeos, como Francia y Grecia. Mientras que en otros, como Alemania, existe el debate legal sobre si esta obligatoriedad vulnera derechos fundamentales. Pero en general, la medida se descarta en países en los que las campañas de vacunación funcionan, como es el caso de Portugal y Bélgica.

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En Estados Unidos se está “considerando” la posibilidad de hacer que las vacunas sean obligatorias. Esto para los aproximadamente 4 millones de estadounidenses que trabajan para el Gobierno federal, algo por lo que han optado también el estado de California y Nueva York.

Por otra parte, Reino Unido quiere obligar a vacunarse a los trabajadores de residencias de ancianos a partir de octubre. Además, el país estudia extender esta obligación a otros trabajadores del sector sanitario.

En cambio, la polémica ha saltado cuando se publicó en la prensa que la obligatoriedad podría extenderse a los estudiantes. En caso de que quieran asistir a clases presenciales en las universidades.

Debate en países europeos

Francia decidió a principios de julio dar un nuevo impulso a la vacunación tras ver cómo las cifras se estancaban. El proyecto de ley que debe ser promulgado en los próximos días contempla la obligación de la vacuna en el sector sanitario y profesionales que trabajan en contacto con personas vulnerables.

En Alemania tanto la canciller Angela Merkel como sus socios de gobierno socialdemócratas han descartado una vacunación obligatoria. Mientras que desde el Ministerio de Justicia se ha advertido incluso que jurídicamente sería inviable. Pero sí se debate, en cambio, sobre la posibilidad de dar más libertades a quienes tengan la pauta completa. Y así motivar a vacunarse a los ciudadanos que aún no lo hicieron.

Mientras que Grecia ha sido uno de los primeros países europeos en imponer la obligatoriedad de vacunarse. De momento lo ha hecho para los trabajadores en los centros de mayores y en la Sanidad.

El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, ha excluido por el momento la vacuna obligatoria en otros sectores. Como las escuelas, pues la tasa de vacunación de los profesores alcanza el 70%. Sin embargo, el viceministro de Educación, Angelos Syrigos, ha adelantado que a las universidades sólo tendrán acceso personas vacunadas o que hayan superado el COVID-19.

Sin embargo, en paises como Portugal, España y Bélgica no existe un debate sobre este tema. En Portugal plantear la obligatoriedad, según la opinión de los expertos, no es un asunto de debate dada la alta adhesión a la vacunación. En España, el 82,8% de los ciudadanos aún no vacunados están dispuestos a hacerlo. Y en Bélgica, la Academia de Medicina ha recomendado la vacunación obligatoria para el personal sanitario, pero el primer ministro, Alexander De Croo, lo descartó ya que “la campaña de vacunación está funcionando”.

Vacunación obligatoria en Estados Unidos

El Gobierno de Estados Unidos confirmó que exigirá a cerca del 28% de los 412 mil 900 funcionarios del Departamento de Veteranos -VA-, en su mayoría personal médico, reciban en los próximos dos meses la vacuna contra el COVID-19. Convirtiéndose así en la primera agencia federal con ese requisito.

La ciudad de Nueva York anunció que a mediados de septiembre requerirá a todos los empleados municipales que se vacunen o que se sometan a pruebas semanales del virus. Son los 340 mil empleados que tiene el Ayuntamiento, una cifra que incluye a funcionarios de todos los ámbitos, maestros o policías.

El movimiento llega en un momento en el que el ritmo de vacunaciones se ha estancado y en el que los casos de coronavirus vuelven a subir con fuerza a causa del avance de la variante delta.