La policía de Tailandia y manifestantes se enfrentaron por tercer día consecutivo en Bangkok. Esto luego de que las protestas de la víspera terminaran con un joven en coma por un tiro en la cabeza.

Los manifestantes salieron por séptima vez, en once días, a las calles centrales de Bangkok para exigir la dimisión del primer ministro, Prayut Chan-Ocha. Dichas manifestaciones se llevan a cabo en un momento de malestar por la gestión de la pandemia del COVID-19.

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Protegidos con escudos antidisturbios, los agentes trataron de disuadir a los manifestantes. Estos también protestaron por la supuesta violencia policial que dejó en coma a un joven, aunque la policía niega haber utilizado munición real.

El herido, de unos 20 años, fue hospitalizado y tiene una bala alojada cerca del cerebro, según apuntó en un comunicado el hospital Rajavithi.

Al menos otra persona resultó también herida. Un joven de 14 años con un disparo en el hombro, durante los enfrentamientos registrados entre la policía y un grupo de jóvenes manifestantes.

Las autoridades tailandesas aseguran que solo utilizaron botes de gas lacrimógeno y balas de goma contra las protestas en torno a una comisaría del centro de la capital, y que han abierto una investigación sobre los incidentes.

Manifestantes piden la renuncia del primer ministro

En los últimos días, las protestas que exigen la dimisión del primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-Ocha, se han tornado más violentas. En ocasiones los manifestantes han prendido fuego a vehículos o pequeños puestos policiales.

Las manifestaciones han cobrado nuevo impulso con las críticas a la gestión del Gobierno contra el actual rebrote del COVID-19. Esta es la peor ola que registra el país desde el inicio de la pandemia.

Tailandia registró este lunes 239 muertes, su número más alto de decesos en un día. Y más de 20 mil nuevos infectados, lo que eleva el total a 7 mil 973 fallecidos y 948 mil 442 infectados desde el inicio de la pandemia. La gran mayoría de estos infectados pertenecen al rebrote de abril.

Además de la renuncia de Prayut, el general que lideró el golpe de Estado de 2014 y se impuso en las controvertidas elecciones de 2019, algunas de las agrupaciones convocantes piden una profunda reforma democrática del país que llega hasta a la monarquía, con fuertes vínculos con el Ejército y un rol clave en la política tailandesa.