El Barcelona regaló al Amberes (3-2) su primera victoria en la Liga de Campeones en otro partido para olvidar, pero pasó a octavos de final como primero del Grupo H gracias al triunfo del Oporto ante el Shakhtar Donetsk, que le valió para pasar a la siguiente ronda como segundo.

Acababa de arrancar el partido cuando Iñaki Peña comprometía a Oriol Romeu en la primera salida del balón azulgrana. El mediocentro catalán, mal perfilado, regalaba el balón a Vermeeren que, dentro del área, remachaba a placer la meta visitante para hacer el 1-0.

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El guion del partido daba un giro inesperado en a penas minuto y medio, y el Barça no encajó bien el golpe. Herido en su orgullo, ansioso y precipitado, fue incapaz de hacer circular el balón con criterio e inquietar la portería de Butez hasta el gol del empate a los 35 minutos.

El autor fue Ferran Torres, quien irrumpió en el corazón del área para adelantarse a la defensa belga y rematar una asistencia de Lamine Yamal. Hasta entonces, los de Xavi ni siquiera habían chutado a puerta, en otra primera parte plana, incluso para un equipo que, como asegura el técnico egarense, aún está en construcción.

Descanso

El entrenador del conjunto azulgrana dio descanso a Araujo y a los Joaos -Cancelo y Fèlix- y alineó un centro del campo totalmente inédito con Romeu, Sergi Roberto y Fermín, además de hacer debutar al defensa del filial Héctor Fort como lateral derecho.

Pero las rotaciones no pueden justificar un primer acto en el que sus hombres fueron incapaces de robar el balón al Amberes que, aunque no volvió a inquietar a Peña, sí se acercó con cierto peligro al área rival y prácticamente no sufrió atrás.

La cosa no mejoró para el Barcelona al inicio de la reanudación

El árbitro italiano Marco Guida anulaba, por fuera de juego, un gol de Janssen, siete minutos antes de que el atacante del Amberes hiciera, esta vez de forma legal, el 2-1.

En la foto, volvía a salir Romeu, a quien Yusuf le robaba la cartera antes de regalar el tanto a Janssen, que aguantaba su duelo con Kounde y remataba cruzado a gol sobre la salida de Peña.

Antes del segundo tanto local, Lamine Yamal había estrellado un disparo en el larguero y el árbitro corregía la expulsión por roja directa a Sergi Roberto, después de consultar el VAR, al apreciar que su entrada, en un balón dividido, solo era merecedora de cartulina amarilla.

Con el 2-1, Xavi hacía un triple cambio: Cancelo, Gündogan y Pedri, por Fort, Romeu, que recordará esa noche como una de las más aciagas de su carrera, y Fermín, para intentar darle la vuelta al partido en la última media hora.

Mejora del Barça

La apuesta mejoró la imagen del Barça gracias a la habitual clarividencia y movilidad entre líneas y de Pedri. Pero ni siquiera la entrada del canario logró rehabilitar otro partido absolutamente gris de Lewandowski, incapaz rematar a puerta en todo el choque y que era sustituido, a falta de veinte para el final, por el joven Marc Guiu.

La escuadra de Van Bommel ya sabía lo que le tocaba en esta recta final: defender con todo e intentar sentenciar a la contra. Pero el dominio azulgrana solo se tradujo en un disparo desde la frontal de Kounde que Butez atajó sin problemas hasta que el partido llegó al tiempo añadido.

Entonces apareció Marc Guiu para cabecear a gol una falta botada por Gündogan justo cuando el partido entraba en su tiempo suplementario. Aunque la alegría visitante duraría apenas unos segundos, el tiempo que tardó en regalar un nuevo balón después del saque de centro local para que Ilenikhena hicera el 3-2 y diera los primeros tres puntos al Amberes en la competición.

Lo del Barça resulta difícil de explicar, aunque después de dos años abocado a la Liga Europa, volver a las eliminatorias de Champions es una muy buena noticia para el irregular equipo azulgrana.