Bolivia está a un mes de celebrar nuevamente elecciones en menos de un año, en esta ocasión sin Evo Morales como candidato por primera vez en tres décadas y con Jeanine Áñez retirada de repente de la carrera electoral.
La campaña para los comicios generales del 18 de octubre discurría con un perfil bajo, sin los actos masivos de anteriores citas electorales en el país; tanto por algunas restricciones que siguen por la pandemia como por la ausencia de un candidato que arrastrara masas como Morales.
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Hasta que el escenario electoral cambió de rumbo anoche. La presidenta interina Áñez anunció que retira su candidatura al frente de la alianza Juntos. Un día después de que una encuesta la relegara al cuarto puesto en intención de voto.
La hasta ahora candidata argumenta su renuncia en el temor de que vuelva al poder el Movimiento Al Socialismo, MAS, del expresidente; primero en esa encuesta, la más amplia difundida hasta ahora.
NO ES UN SACRIFICIO, ES UN HONOR
Hoy dejo de lado mi candidatura en homenaje a la libertad y a la democracia.
Lo que está en juego en esta elección no es poca cosa. De verdad, está en juego la democracia en Bolivia. pic.twitter.com/vpbKKWaeou— Jeanine Añez Chavez (@JeanineAnez) September 18, 2020
Para evitarlo, plantea un candidato de unidad frente al MAS, sin citar quién; algo que si hubiera sucedido en las fallidas elecciones de octubre de 2019, hubiera derrotado al partido de Morales. Ganador antes de que aquellos comicios se anularan por un supuesto fraude aún bajo investigación y que él siempre niega.
Lo que unos y otros sí aseguran es que la renuncia no estuvo condicionada por conversaciones entre algunos de los otros siete candidatos que compiten con el MAS.
Un nuevo escenario para las elecciones
La retirada de Áñez abre otro panorama a un mes de la cita con las urnas. Por primera vez desde 1989 no está como candidato Evo Morales, que entró entonces en la carrera política como aspirante a diputado.
El órgano electoral frenó su intento esta vez de postularse a senador. Considera que incumple un requisito de residencia en el país, del que salió en noviembre pasado; denunciando que era forzado por un supuesto golpe de Estado para negarle su cuarta victoria electoral consecutiva.
Hace unos días un tribunal ratificó su inhabilitación y su partido inició la campaña centrado tanto en Arce que parece no inmutarle que tampoco esté Áñez; una senadora que en noviembre relevó a Morales como presidenta interina para convocar unas elecciones que la emergencia por la COVID-19 retrasó de mayo a septiembre y luego a octubre.

Ahora ya pueden cesar las críticas de que intenta prorrogarse en el poder con excusas como la pandemia, derrotada anticipadamente por las encuestas y sin apoyo popular tras diez meses en el poder; como observa la presidenta del Senado, Eva Copa, del MAS.
Las papeletas ya están en impresión y no se puede quitar la foto de Jeanine Áñez, advierte el Tribunal Supremo Electoral, que sin demora va cumpliendo el cronograma. Por último ya sortearon los electores que deberán estar en las mesas de votación controlando el proceso; -entre 18 y 50 años, para evitar el riesgo de la enfermedad entre los más mayores-.