El presidente salvadoreño Nayib Bukele se reunió este lunes con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca, donde ofreció ayuda para combatir el crimen y el terrorismo en Estados Unidos.
“Sabemos que tienen un problema con el crimen, un problema de terrorismo, y que necesitan ayuda. Somos un país pequeño, pero si podemos ayudar, lo haremos”, dijo Bukele desde el Despacho Oval.
El mandatario centroamericano consideró un honor encontrarse con el “presidente y líder del mundo libre”. La reunión se centró en los acuerdos migratorios entre ambos Gobiernos.
Lee también: Guatemala postula a Claudia Escobar para la secretaría adjunta de la OEA
Friends 🇺🇸🤝🏼🇸🇻 pic.twitter.com/tMJHMf7pT4
— Nayib Bukele (@nayibbukele) April 14, 2025
Acuerdo incluye envío de migrantes al Cecot, prisión cuestionada por ONG
Donald Trump ha recibido a varios líderes latinoamericanos desde el inicio de su segundo mandato, pero esta fue la primera reunión en la sede presidencial y no en su residencia privada Mar-a-Lago.
Durante el encuentro, Bukele destacó los logros de seguridad en El Salvador. Afirmó que San Salvador dejó de ser la capital mundial del asesinato y que ahora el país es, según él, el más seguro de Latinoamérica.
“Algunas veces se dice que encarcelamos a miles. A mí me gusta decir que liberamos a millones”, expresó.
El Salvador firmó recientemente un acuerdo con Washington para recibir migrantes expulsados de EE. UU. a cambio de hasta seis millones de dólares anuales. Los migrantes son enviados al Centro de Confinamiento para el Terrorismo (Cecot), una prisión señalada por abusos a derechos humanos.
La medida ha generado preocupación. Según Human Rights Watch, ambos Gobiernos someten a los migrantes a desapariciones forzadas y los mantienen incomunicados y sin acceso a defensa legal.
Estados Unidos aplica norma de 1798 para deportaciones aceleradas
El Gobierno de Trump ya envió 232 migrantes al Cecot, la mayoría de ellos venezolanos. Las autoridades los acusan de pertenecer al Tren de Aragua, una organización criminal transnacional.
Sin embargo, un análisis del medio Bloomberg reveló que el 90 % de los detenidos no tienen antecedentes penales en EE. UU.
Para acelerar las deportaciones, Washington activó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, aplicándola a supuestos miembros del Tren de Aragua. Esta norma permite la expulsión expedita de extranjeros considerados amenazas.