Chaac o Chaak es uno de los dioses del Panteón Maya más reconocido. Su importancia está vinculada con la lluvia, y muchos han asociado a Chaac de varias maneras con los truenos durante los tres Períodos Mayas.
El Período Preclásico que comprende del año 1600 a.C. al 150 d.C. El Período Clásico que corresponde del año 300 al 900 d.C. y el Período Posclásico entre los años 900 a 1511 d.C.
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Muchas veces este ser mitológico es personificado de una manera antropomorfa y/o zoomorfa. Regularmente, se presenta como una deidad agrícola, pero otras investigaciones lo han asociado con la guerra. Algunas veces Chaac es representado con una hacha o un rayo en la mano, en otras ocasiones se ve con una antorcha en la mano que, según algunos arqueólogos, sugiere que representa la sequía. En otras escenas aparece sembrando, y sobre animales.
Según de la Garza (2009), se puede observar a Chaac en el Códice de Dresde (página 35), que se representa de una forma serpentina en agua. También, se encuentra en el Códice de Madrid (página 4).
Conforme a Vail (2013), describe a Chaac en el Códice de Madrid (página 4) con una antorcha en la mano y está pintado de azul, y se cree que está relacionado con la lluvia y la fertilidad. En el lado derecho, se puede apreciar una serpiente que parece ser una cascabel rodeando un estanque de agua. Puede ser que el estanque represente a un cenote o una especie de tanque artificial o natural como un cival o manantial.
Representaciones del dios Chaac
En Guatemala existen varias representaciones del Dios Chaac, una de ellas se ubica en el sitio arqueológico El Mirador en la Acrópolis Central. Este hallazgo fue descubierto por el Dr. Richard D. Hansen y Dr. Craig Argyle en 2008. Hansen lo llamó como “el Friso Popol Vuh”, por su contenido cosmológico vinculado al libro de la creación Maya, el Popol Vuh.
Este increíble hallazgo muestra un arte excepcional, donde se presentan varios seres de la mitología Maya. Por ejemplo, Chaac está envuelto en una especie de serpiente, viendo hacia el cielo. En esta escena también se encuentra Itzamná, el gran Dios Creador del cielo. Este Chaac corresponde a los inicios del Período Preclásico Tardío (ca. 300 a. C.) y demuestra la relación del agua con el cielo.
“El Gran Friso Popol Vuh” sigue en proceso de excavación. El arqueólogo Richard D. Hansen ya ha encontrado más arte y más historia en este hermoso friso que tiene una medida de aproximadamente 43 metros de largo.
Actualmente, el Friso está siendo conservado por el pionero de la restauración monumental, el maestro Enrique Monterroso y su complice, el Lic. Josué Guzmán, ambos de origen guatemalteco, quienes llevan un arduo y minucioso trabajo junto con un equipo de conservación arquitectónica. Al consolidar este bello arte, se nota que aún mantiene sus formas y colores originales en su arte.
Sin duda alguna todavía se puede sentir este misticismo oculto dentro de la selva petenera y su gran conjunto de arte y ciudades mayas.