Ciudad Real es un nombre, no solo de un sector de la capital guatemalteca, sino nombre de una familia de artistas dedicados a la música.

Este nombre que resonó por poco más de 100 años, y lo seguirá haciendo por mucho más, pues parte de las herederas de nuestro personaje de hoy, también se dedican al arte.

Lee también: INTECAP: Organizando tus eventos virtuales y en línea

Se trata del ahora recordado y connotado Carlos Ciudad Real, quien, a un mes de haber llegado a su centenario, nos dejó en medio de esta pandemia, que impidió despedirle como es debido.

Don Carlos Ciudad Real, nació y creció en el barrio de la Recolección el 4 de noviembre de 1920, lugar desde donde se encontraba a nada del Conservatorio Nacional de Música, donde estudió.

El maestro y su inseparable violín. (Foto: FCR)

Contrajo matrimonio el 24 de abril de 1949 con Raquel Solís de Ciudad Real. También artista de la música, gran Maestra de piano, egresada del Conservatorio Nacional, con quien procreó cinco hijas: Claudia, Carmen, María Mercedes, Isabel y Silvia.

Este connotado Maestro de Violín tenía apenas siete años cuando tuvo su encuentro con la música; pues en su casa había una victrola y cuando ponían la obertura de Karl María von Weber, de la ópera “El Cazador Furtivo”; escuchaba un pasaje que lo volvía loco. Los violines subían como serpientes, sentía una emoción tremenda, extraordinaria.

Desde entonces decidió que el violín era para él. Su familia hablaba de que era importante que en su momento estudiara para ingeniero; pero su pasión era la música y siempre respondió que no le interesaba ninguna otra carrera.

Carlos Ciudad Real, una prolífica carrera artística

En 1932 a sus 12 años, obtuvo una beca en el Conservatorio Nacional y tuvo la suerte de que su Maestro guía fuera el gran músico Andrés Archila. La vida del Maestro Carlos Ciudad Real y su esposa siempre giró alrededor de conciertos y recitales. En 1963, el Maestro Ciudad Real obtuvo una beca para estudiar en Nueva York con el famoso Maestro Iván Galamian, y luego se especializó en Música de Cámara.

El maestro en sus mejores años. (Foto: FCR)

Viajó por el mundo como invitado especial de varias orquestas sinfónicas, entre ellas están la de Halifax, Nueva Escocia, Carolina del Norte, sólo para mencionar algunas. Fue director del Conservatorio Nacional durante nueve años y creador y promotor del Trío, Cuarteto, Quinteto Pro-Música de Cámara.

Su esposa Raquel Solís de Ciudad Real, no pudo acompañarlo en sus giras todo el tiempo porque la familia había crecido, tenían ya cinco niñas. Doña Raquelita se dedicó a dar clases de piano. Ella fue, además de pianista, compositora, directora de orquesta y creadora de la Fundación Música Juvenil.

El 25 de octubre de 2002 el Maestro Carlos Ciudad Real, recibió la Orden Presidencial Rafael Álvarez Ovalle; por su brillante trayectoria en el medio artístico nacional e internacional. El Maestro Ciudad Real no conoció a su señor padre, también músico de la Banda Militar porque falleció cuando era un recién nacido y si tuvo el privilegio de conocer al Maestro Rafael Álvarez Ovalle.

Un poco de su último año

En 2019 fue nombrado Artista del Año, por el premio del mismo nombre, honor que recibió en medio de múltiples aplausos y una sentida ovación de pie, quizá uno de sus últimos actos públicos, ya que, a pesar de su buena salud, su avanzada edad dificultaba para él ya salir mucho a la calle.

Junto al Premio Artista del Año. (Foto: FCR)

El 4 de noviembre, en medio de la pandemia y el encierro, el gran maestro Ciudad Real llegó a sus 100 años. Sin dudas todo un orgullo para los suyos y para toda Guatemala; que en este 2020 debió rendirle muchos más homenajes. Habiendo conseguido tanto en la vida, y con una familia hermosa y plantada ya su descendencia; el maestro dejó este mundo recién un mes después, el pasado 4 de diciembre

Por ello, desde EntreCultura no queremos pasar inadvertido el desaparecimiento físico de este gran guatemalteco, pues su aporte a nuestra historia musical reciente, sin dudas ¡engrandece su nombre y el de nuestra Guatemala!

Conoce la edición completa, en: