La Casa del Migrante de Guatemala, una organización religiosa que da refugio a personas en tránsito, exigió este viernes poner alto a capturas y deportaciones “violentas” en México y Estados Unidos.

El sacerdote Mauro Verzeletti, director de la organización, dijo que los países de tránsito y destino de migrantes deben “cumplir sus compromisos en materia de asilo”. Pero también dar asistencia humanitaria y poner fin a las capturas, retenciones y expulsiones violentas”. Verzeletti se refirió específicamente a las deportaciones realizadas desde agosto de personas centroamericanas y caribeñas a la frontera El Ceibo, en Petén. Prácticamente en medio de la selva y sin opciones de asistencia.

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Desde el 22 de agosto al 22 de septiembre, el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) contabilizan en El Ceibo un total de 9,080 deportaciones procedentes de México de ciudadanos guatemaltecos, hondureños, salvadoreños, nicaragüenses, beliceños, venezolanos, colombianos, haitianos, dominicanos, estadounidenses y senegaleses.

En El Ceibo, “se irrespeta el debido proceso. No se investiga de manera exhaustiva si las personas pueden ser solicitantes de protección internacional, porque sabemos la situación de los países que es muy compleja”, advirtió Verzeletti.

También llegan migrantes desde Estados Unidos

A lo que ocurre vía terrestre se suman los envíos vía aérea de familias guatemaltecas, es decir, la deportación exprés de los indocumentados detenidos en territorio norteamericano.

“Es importante que encuentren e implementen soluciones que respeten los derechos de los migrantes. Que sean solidarias ante las diferentes crisis agravadas por la actual pandemia y desastres naturales. También que sean sostenibles a mediano y largo plazo”, subrayó el director Verzeletti.

Agregó que todos los países, habitantes y funcionarios “debemos de superar las fronteras del odio, racismo e indiferencia”.

“Las políticas migratorias deben de ser respetuosas de los derechos humanos. Por este motivo condenamos firmemente el actual sistema migratorio mundial”. dijo. Según el defensor de migrantes, se criminaliza el derecho a migrar, violenta el derecho a solicitar asilo y no respeta los debidos procesos”, resaltó el sacerdote.

La Casa del Migrante le ha dado apoyo a 3,557 migrantes en lo que va del año. De ellos, 402 son niños, 263 niñas y 43 personas identificados como población LGBTIQ+.

Del total de migrantes atendidos, 48 hombres y 23 mujeres indicaron que necesitan protección. Sobre todo porque no pueden volver a sus lugares de origen, principalmente de Centroamérica y Haití.

Al norte de Centroamérica se le considera una de las regiones más violentas del planeta. De acuerdo a organismos internacionales, acumula cada año al menos medio millón de ciudadanos de Guatemala, El Salvador y Honduras que emigran hacia EE. UU.