El Cementerio General de la Ciudad de Guatemala, está en una profunda crisis de seguridad. El camposanto capitalino es hoy, tierra de nadie.

A pesar que está bajo la tutela y administración del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, no hay autoridad y menos seguridad para el visitante.

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El día de ayer, se vandalizó uno de los mausoleos más emblemáticos del lugar, considerado por expertos, como uno de los más hermosos de Latinoamérica. Se trata del Mausoleo de doña Agripita Sánchez, hoy de la familia Goicolea.

El mausoleo era una joya del arte funerario del país. (Foto: MA)

Los vándalos, simplemente golpearon el conjunto sin piedad, destruyendo un ala y la cabeza del ángel que llegaba al lecho de la difunta; por otro lado, se encargaron de destruir el hermoso muro cuyos pilares, hacían el límite perimetral de este mausoleo, emblema del Cementerio General.

Guatemala se caracteriza por el poco o nulo interés de las autoridades por el cuidado de su patrimonio cultural, pero es una doble irresponsabilidad, cuando este patrimonio además, combina asuntos de salud pública.

Ante la actual situación de emergencia sanitaria, el Ministerio de Salud debe redoblar las medidas de seguridad en el Cementerio General.

Este, es una de las tantas tumbas profanadas. (Foto: MA)

Cada vez que una tumba se profana en este lugar, se pierde el arte funerario del país. Además, se exponen sin ninguna medida sanitaria añejas enfermedades que descansaban plácidas bajo los sepulcros. Son cientos ya los mausoleos atacados.

Grupos delincuenciales, mareros, ladrones y la indiferencia de las autoridades del Cementerio General y del Ministerio de Salud, no dejan descansar en paz a la población de este otrora bello y nostálgico lugar.