Centenares de hondureños, entre hombres, mujeres y niños, salieron desde ayer de San Pedro Sula, en el norte de su país, en caravana hacia Estados Unidos; aunque convencidos de no tener certeza hasta dónde podrán llegar.

“Vamos a lo que salga, todos somos gente pobre”, dijo a Efe uno de los inmigrantes de 27 años, que prefirió el anonimato y que se identificó como ingeniero eléctrico.

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Es originario del municipio de Villanueva, departamento de Cortés, en el norte hondureño, cercano a San Pedro Sula; ahí dejó a sus padres; subrayó que siente “vergüenza” porque en su país, “pese a la profesión que tengo, llevo casi cuatro años sin poder conseguir un empleo”.

“Le puedo mostrar correos y otra documentación para que vea cuantas solicitudes de empleo he enviado para conseguir un trabajo, sin lograrlo”, recalcó.

El inmigrante dijo que “vale más” que no tiene esposa ni hijos, “porque entonces la situación sería más grave” para él y su familia.

Entre el grupo hubo algunos que indicaron que no temen a los controles migratorios, ni a contagiarse de el COVID-19. La pandemia, en casi siete meses en Honduras ha causado más de 2 mil muertos y más de 76 mil contagiados, según el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos.

Caravana de hondureños camina hacia la frontera de Corinto

Efe pudo constatar que alrededor de al menos un millar de personas, en su mayoría jóvenes, se fueron concentrando poco a poco en la Central Metropolitana de autobuses de San Pedro Sula. Desde este punto decidieron salir en pequeños grupos a eso de las 19:00 horas; aunque en principio algunos de los inmigrantes indicaron que lo harían al día siguiente temprano.

Los inmigrantes partieron en varios grupos en ruta hacia el punto de Corinto, departamento caribeño de Cortés, fronterizo con Guatemala.

La semana pasada comenzaron a trascender en redes sociales convocatorias para una nueva caravana que saldrá el 4 de octubre, desde San Pedro Sula; sin embargo, otras 200 personas lo hicieron el martes, en autobuses del transporte interurbano, desde la ciudad de Choluteca.

“Nos vamos porque aquí no hay trabajo”; “tenemos hambre”y “aquí solo hay trabajo para unos pocos”, expresaron otros de los inmigrantes que salieron desde San Pedro Sula.

Muchos de ellos iban sin mascarilla y otros incluso sin camisa en la aventura que iniciaron hacia la frontera con Guatemala, como primer objetivo.

Guatemala exige pruebas de COVID-19

El embajador de Honduras en Guatemala, Mario Fortín, manifestó que además de los documentos personales, está exigiendo pruebas PCR de laboratorio que garanticen que los extranjeros no están contagiados de COVID-19.

En lo que va del 2020 han salido al menos cuatro caravanas de inmigrantes, en su mayoría poco numerosas, con la idea de llegar a Estados Unidos. Muchos no pudieron pasar de Guatemala, de donde fueron devueltos a su país.

La falta de empleo, la inseguridad y la violencia criminal, son las razones por las que muchos hondureños migran a diario a otros lugares, según fuentes de organismos de derechos humanos.