Centroamérica vuelve a sufrir hambre, con el 10% de su población sin poder acceder a los alimentos básicos para su actividad diaria. Además, Guatemala se encuentra en la situación más crítica, tras casi 20 años reduciendo esas cifras alarmantes.

Así lo mencionó el brasileño Adoniram Sanches, coordinador subregional para Mesoamérica, en una entrevista. Este, además, es el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura -FAO- en Panamá y Costa Rica.

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Sanches señaló que el 10% de la población de Centroamérica, con alrededor de 50 millones de habitantes, sufre inseguridad alimentaria grave, es decir, hambre. De igual forma, el 41% sufre inseguridad alimentaria moderada. Estas son cifras “elevadas” basadas en el informe “Estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2021” de la FAO.

Centroamérica no había registrado estos números en los últimos 20 años, aunque desde 2017 hay un leve incremento paulatino de la hambruna. Pues esta oscilaba entre 7,4%, la cifra más baja, reportada en 2010, y 8,1%, la más alta en 2019, según el informe.

Las tasas de hambre varían según el país: mientras que Guatemala registra el 18% de su población, de unos 16,3 millones de personas, con hambre, Panamá consiguió mantener la tasa de hambruna en 7%, de sus 4,2 millones de habitantes.

La suma de factores para el hambre en Centroamérica

“Estamos preocupados de que haya una crisis alimentaria dentro de la crisis sanitaria”, agregó.

Sanches explicó que este aumento de la hambruna en Centroamérica se debe a tres factores principales: la pandemia del COVID-19, la crisis climática y los conflictos. El coordinador recordó que la región “en los últimos 10 años ha pasado por dos huracanes, Eta e Iota, 6 sequías y una pandemia”.

Este, además, expresó su preocupación por el Corredor Seco. Una extensión en el litoral Pacífico, expuesta a prolongadas etapas de sequías y también catastróficas inundaciones. Cerca de 10 millones de personas viven a lo largo de este, que se extiende por El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. La gran mayoría depende de la agricultura y con inseguridad alimentaria.

Y, según Sanches, son los tres principales países del Corredor, El Salvador, Honduras y Guatemala, los que registran las tasas más altas de hambre.

Personas más afectadas por el hambre

En Centroamérica, los más afectados por las altas cifras de inseguridad alimentaria es la población con menos recursos económicos. Estos registran mayores dificultades para acceder a los alimentos básicos.

“Los más pobres son los que más sufren el hambre”, en Centroamérica, donde la mayoría de la población es de recursos bajos. Pues una parte de ellos vive en áreas rurales y solo come lo que produce, generalmente maíz y fríjol. A esto se le conoce como agricultura de subsistencia.

Sanches explicó que incluso en medio de esta desigualdad, dentro de los estratos sociales, hay grupos que son golpeados doblemente. Este es el caso de “las mujeres, los indígenas y los afrodescendientes”.

“Estamos hablando de que en los países centroamericanos, el 10 % no tienen la caloría necesaria para mantener una actividad diaria”, concluyó.