Una niña de cuatro años de edad está en coma luego de ser violada y golpeada por un hombre. Los hechos ocurrieron el lunes pasado en el municipio de Garzón, en Huila, Colombia, informó este miércoles la Fiscalía.
El caso, según un comunicado del ente acusador, ocurrió en el caserío Puerto Alegría, parte del municipio de Garzón; por esta razón las autoridades capturaron a Sebastián Mieles Betín, de 27 años.
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Por la gravedad de las heridas, la niña fue traslada al Hospital de Neiva, la capital departamental; aquí “se constató que fue víctima de violencia sexual y violencia física extremas. Debido a esto se encuentra en estado de coma y con pronóstico reservado dadas las múltiples lesiones que recibió en sus partes íntimas y en el resto del cuerpo, cabeza, cara, tórax y abdomen”, agregó la Fiscalía.
La información detalla que el pasado 29 de junio los padres de la menor se dieron cuenta que la niña no estaba y comenzaron, junto con los vecinos, a buscarla.
#ATENCIÓN | Por solicitud de #Fiscalía, juez impuso medida de aseguramiento en centro carcelario contra presunto agresor sexual de una niña de cuatro años en Garzón #Huila. Fue imputado por tentativa de feminicidio agravado en concurso con acceso carnal violento agravado. pic.twitter.com/pnRMZ3xMEU
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) July 1, 2020
Encuentran a la víctima y al agresor a un costado
Inicialmente, y junto a un río, fue encontrada una sandalia de la menor y un celular. “Rastros que al seguirlos, permitieron hallar a la niña inconsciente a orillas de la quebrada Caguancito; en medio de dos piedras y semidesnuda” y muy cerca de ella un hombre que fue entregado a las autoridades.
El detenido no aceptó la responsabilidad. La Fiscalía lo acusó ante un juez por los delitos de tentativa de feminicidio agravado en concurso con acceso carnal violento agravado por ser la víctima menor de 14 años.
Mieles Betín enfrenta una pena, según la Fiscalía, de hasta 30 años prisión.
Todo Colombia con indignación por la niña violada y golpeada
El caso ocurre en momentos en que Colombia está indignada. Esto luego de que la semana pasada se revelara que una niña de 12 años del pueblo indígena embera-chamí fue violada por siete militares del Batallón de Artillería San Mateo, en el caserío de Santa Cecilia, en el departamento de Risaralda -centro-.
En medio de ese escándalo también se informó el lunes que dos soldados presuntamente secuestraron y violaron a una niña de 15 años. La víctima era de la tribu nómada nukak makú en septiembre del año pasado en el selvático departamento del Guaviare.
Niña de 4 años es violada y golpeada por Sebastían Mielesbetin, en la vereda Puerto Alegría del municipio de Garzón, Huila. Desesperanza y dolor frente a estos hechos que vulneran nuestra niñez. pic.twitter.com/oQL8jb7q3d
— Partido ASI (@PartidoASI_) July 1, 2020
A propósito del tema, el comandante del Ejército colombiano, mayor general Eduardo Zapateiro, dijo hoy que 118 miembros de esa institución han sido investigados desde 2016 por presuntos abusos sexuales a menores de edad.
“De los 118 vinculados, 45 han sido retirados del Ejército porque no son dignos”, destacó el general Zapateiro en una rueda de prensa virtual. También reiteró que en esa fuerza se tiene “tolerancia cero” con cualquier conducta delictiva.
Sobre estos casos, la Procuraduría colombiana pidió este miércoles a las Fuerzas Militares y a la Policía que le entreguen, “a la mayor brevedad”, un informe sobre todas las investigaciones por abusos o violencia sexual que comprometen a miembros de esas instituciones.
