Las lluvias en el departamento de Suchitepéquez, provocaron que los comerciantes que vendían en el Estadio Carlos Salazar, volvieran a la Avenida Lincoln.
Como una medida de prevención contra la pandemia del COVID-19, los comerciantes se trasladaron a esa instalación deportiva para ubicar sus ventas.
Lee también: Un río de Cuyotenango arrastra un cuerpo en avanzado estado de descomposición
Los comerciantes se quejaban de la baja en sus ventas debido a su nueva ubicación en el estadio, situación que los afecta para cubrir el pago de sus créditos de mercadería.
“Desde los primeros días de ventas se registro un descontrol. A eso se une que se formó mucho lodo con la llegada de las lluvias. Todo eso vino afectar nuestras ventas”, expresó el comerciante Tomás de Reyes.
#Suchitepéquez Más de 2 mil comerciantes vuelven a su puesto de venta en avenida Lincol. Población espera que respeten los protocolos de prevención por el Covid-19. Los espacios ya fueron marcados por personal de la comuna mazateca. @CRN_Noticias pic.twitter.com/zm7ydZgYrW
— Cristian Icó Soto (@CristianSotoCRN) May 14, 2020
Comerciantes vuelven a la Avenida Lincoln
Ante la situación, el Concejo quien formó una mesa técnica para dialogar sobre el tema. Acordaron realizar mediciones de espacios en la Avenida Lincoln y así instalar a los comerciantes de una manera ordenada.
“Tenemos necesidad de trabajar. Además nuestros productos no pueden estar para arriba y para abajo. Necesitamos que la gente los consuma”, dijo una comerciante de frutas.
Mientras tanto Wilfrido Alcántara, de la comisión de mercados, señaló lo importante de cumplir con las normas de prevención.
“Se ha dejado la distancia debida entre puestos. A eso se une que no se va permitir el ingreso de menores y de la tercera edad. También el comprador tendrá que utilizar mascarilla. Queremos hacer las cosas bien, pero los propietarios de puestos tienen que apoyarnos”, expuso Alcántara.
Los comerciantes finalizaron exigiendo que se respeten los puestos. A raíz de eso este jueves varios grupos formaron aglomeraciones, algo que generó preocupación en la población mazateca.