Un Tribunal peruano condenó a cuatro años de prisión suspendida (sin ingresar a la cárcel) al exfiscal general Pedro Chávarry, por haber intentando boicotear las investigaciones del equipo especial que sigue el caso Odebrecht y a los principales encargados que destituyó a finales de 2018.

La decisión la tomó el juez Hugo Núñez, quien encontró a Chávarry culpable del delito de encubrimiento real, y también ordenó su inhabilitación para ejercer cargos públicos durante cuatro años y el pago de una reparación civil de 100 mil soles.

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El juez señaló que está probado que Chávarry intentó entorpecer las investigaciones del equipo especial Lava Jato. Que buscó fortalecer los intereses del partido político Fuerza Popular que lidera la excandidata presidencial Keiko Fujimori.

Presión ciudadana contra exfiscal

Chávarry renunció como fiscal general el 7 de enero de 2019, en medio de manifestaciones ciudadanas en su contra. Pero se mantuvo como fiscal supremo hasta el 28 de agosto del año pasado. Cuando el Poder Judicial lo suspendió para que dejara de contar con protección legal.

En su acusación, la fiscal Bersabeth Revilla aseguró que el exfiscal buscó “dificultar el acopio de medios probatorios en las investigaciones a cargo del equipo especial en el caso Odebrecht. Con la finalidad de sustraer de las investigaciones fiscales en curso a miembros del partido político Fuerza Popular.

Revilla recordó que el exmagistrado exigió información al equipo especial sobre el acuerdo de colaboración con la constructora brasileña. A pesar de que era reservado, y luego removió de sus cargos a los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez en medio de un enfrentamiento público.

Chávarry destituyó el 31 de diciembre de 2018 a Vela, jefe del equipo especial. Y al fiscal Pérez, encargado de casos de gran impacto como el que se sigue contra Fujimori. Y su partido por la presunta financiación de sus campañas electorales con fondos ilícitos.