El alto comisionado de la ONU para los refugiados, ACNUR, Filippo Grandi, pidió hoy que la comunidad internacional mantenga su ayuda a Afganistán. Esto, ante una gran conferencia de donantes, determinante para que la paz retorne al país, tras dos décadas de conflicto.

A la conferencia, organizada por la ONU y los gobiernos de Afganistán y Finlandia, se han apuntado 70 países. De ella saldrá la cifra con la que los países donantes están dispuestos a financiar la ayuda humanitaria; a la población y el desarrollo del país en los próximos cuatro años.

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El Banco Mundial ha estimado que para cubrir sus requerimientos básicos el país necesita entre 6 mil y 8 mil millones de dólares anuales.

Ello, partiendo de la base de que ésta tendría que ser la etapa final de la transición de Afganistán hacia la autosuficiencia económica. Tras un prolongado conflicto que sólo este año ha causado el desplazamiento forzado de 300 mil personas.

Las negociaciones de paz entre el Gobierno afgano y los talibanes que se iniciaron el pasado septiembre no han apaciguado la violencia; sino que parecen haberla exacerbado, con la intensificación de los ataques contra la población civil.

El Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, que trabaja en Afganistán desde hace 33 años, afirma que heridos por armas de guerra llegan cada día a los hospitales y que, en general, los afganos “necesitan más servicios médicos que nunca” y que entre las razones se incluye la pandemia de coronavirus.

Fuentes diplomáticas en Ginebra -desde donde se realizará la conferencia; en un formato a mitad presencial y a mitad virtual- dijeron que este evento tendrá una alta significación política. No solo por las conversaciones de paz en curso, sino por la reciente decisión de Estados Unidos de retirar una parte sustancial de su contingente militar de Afganistán.

Los últimos sucesos en Afganistán

Los países que han acompañado al país desde la invasión de EE.UU. desean garantizar los avances que pueden haberse conseguido. En particular en el área de la gobernabilidad, de los derechos humanos y de la mujer.

Participarán en la conferencia los ministros afganos de Exteriores, Mohamad Haneef Atmar, y de Finanzas, Abdul Hadi Arghandehwal.

Se prevé que una parte de los países harán promesas de financiación condicionadas a que vayan a la asistencia a las minorías o a las mujeres, así como a que el Gobierno luche con rigor contra la corrupción.

Estados Unidos es uno de los mayores donantes de Afganistán y, según las fuentes, el próximo cambio de Gobierno no debería modificar de forma notable su política con respecto a este país.

Desde el punto de vista humanitario, el alto comisionado Grandi advirtió que un fracaso de la conferencia tendría consecuencias desastrosas; incluyendo una ola de desplazamiento forzado a gran escala, lo que requeriría una asistencia de emergencia que terminaría siendo probablemente más cara que invertir en el desarrollo del país.