El Congreso eligió a la diputada oficialista Shirley Rivera Zaldaña como presidenta del Organismo Legislativo para el período 2022; asume en reemplazo de su compañero de bancada Allan Rodríguez.

Rivera Zaldaña, de la agrupación política Vamos que llevó a la presidencia a Alejandro Giammattei en 2020, fue elegida con el voto de 101 diputados; de los 160 que conforman el Congreso.

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Los votos que consignaron a Rivera Zaldaña como presidente del Organismo Legislativo llegaron de las agrupaciones aliadas a Vamos. Entre estas la Unión del Cambio Nacional (UCN), el Partido de Avanzada Nacional (PAN), Valor y Visión con Valores (Viva) y FCN Nación, entre otras.

Como primer vicepresidente del Congreso fue nombrado Carlos López Maldonado, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Como segunda vicepresidenta Carolina Orellana Cruz, de UCN; partido político formado por el empresario Mario Estrada, preso en Estados Unidos desde 2019 por narcotráfico.

La tercer vicepresidencia del Congreso será ocupada por Efraín Menéndez Anguiano, de Valor; mientras que los secretarios de la Junta Directiva del Congreso serán Maynor Mejía Popol (Vamos) y Julio Longo Maldonado (FCN Nación); además de Carlos Nájera (UNE), Aníbal Rojas Espino (Viva) y Marvin Alvarado Morales (Bien).

Shirley Rivera sucede en la presidencia del Congreso a Allan Rodríguez

La agrupación política de oposición Semilla, que suma siete escaños, denunció que los “diputados oficialistas” amañaron la “Junta Directiva” del Congreso a “costa de acuerdos espurios” para su beneficio personal.

“Solo actúan a favor de los grupos que tienen el Estado capturado”, puntualizó el partido político mediante sus canales de comunicación.

Por su parte, el legislador de la Unidad Nacional de la Esperanza Orlando Blanco aseguró a periodistas que la alianza oficial ofreció hasta 30 mil dólares por voto a cada diputado para garantizarse la presidencia del Congreso.

Rivera Zaldaña es la tercera mujer en presidir el Congreso de Guatemala, tras los pasos de Catalina Soberanis y Arabella Castro en la década de 1990.