El Gobierno de Costa Rica anunció este martes que la vacuna contra el COVID-19 será obligatoria para todos los empleados públicos; y además facultó a los patronos privados a exigirla a sus trabajadores.

“La Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología aprobó la obligatoriedad de la vacuna contra COVID-19 para todos los funcionarios del sector público. Así como para aquellos empleados del sector privado cuyos patronos, dentro de sus disposiciones laborales internas, hayan optado por incorporar dicha vacunación como obligatoria en sus centros de trabajo”, indica un comunicado del Ministerio de Salud.

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La obligatoriedad de la vacuna será establecida por un decreto que será firmado en los próximos días.

“La Comisión tomó la decisión basada en variables epidemiológicas como la cantidad de casos COVID-19. La mortalidad de la enfermedad, la circulación incrementada de la variante Delta y la elevada ocupación hospitalaria; impactada en mayor medida por pacientes que no se encuentran vacunados. Así como la desaceleración en la afluencia de personas a los vacunatorios para recibir su primera dosis”, añade el comunicado oficial.

Costa Rica y su campaña en pro de la vacuna contra el COVID-19

El domingo concluyó una campaña especial de vacunación de diez días que se realizó con horario ampliado en centros comerciales, iglesias, empresas, clínicas y otros sitios, pero que no arrojó los resultados esperados, pues de la meta de colocar 500 mil primeras dosis solo se alcanzaron 195 mil 598.

Costa Rica de 5,1 millones de habitantes hay 867 mil personas dentro de la población a vacunar (mayor de 12 años) sin la primera dosis, de los cuales 220 mil son menores entre los 12 y 17 años; 55 mil adultos mayores de 58 años y 592 mil personas entre los 18 y 57 años, según los datos de la Caja Costarricense del Seguro Social.