Los nuevos contagios de COVID-19 han sido solo seis. Es la cifra más baja hasta ahora registrada en Cuba desde la tercera semana de marzo, para un acumulado de 1 mil 810 casos, informó el Ministerio de Salud Pública -MINSAP-.

De los nuevos casos, todos cubanos, cinco corresponden a La Habana y uno a la provincia central de Ciego de Ávila. Solo en uno de ellos se investiga la fuente de infección, ya que los restantes eran contactos de personas ya diagnosticadas con la enfermedad. Se exceptúa un hombre que regresó del extranjero.

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El 66,6 % de las personas en las que se confirmó  la presencia del virus por contagios se mostraban asintomáticas.

Los nuevos diagnósticos se confirmaron a partir de 1 mil 972 pruebas PCR. Los test realizados desde que se reportó la enfermedad en la isla a mediados de marzo suman 73 mil 129. Se han complementado por miles de pruebas rápidas con kits procedentes de China.

Una nueva muerte

En las últimas horas también se contabilizó un nuevo fallecimiento que eleva a 79 el número total de muertes causadas por los contagios de COVID-19 en el país caribeño.

La fallecida es una mujer de 83 años de la provincia de Artemisa que padecía patologías previas, de acuerdo al informe diario del MINSAP.

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Con otros 49 pacientes dados de alta hasta la medianoche del martes, Cuba mantiene la tendencia de los últimos once días, en que las altas superan a los contagios para un total de 1 mil 326 personas recuperadas, el 73,2 % del total de los casos.

Se mantienen ingresados en centros sanitarios otros 403 pacientes positivos, de los cuales 396 presentan una evolución clínica estable, tres personas están en estado crítico y cuatro tienen un pronóstico grave.

Otras 1 mil 53 personas permanecen ingresadas en hospitales por ser sospechosas de padecer la enfermedad, mientras otras 3 mil 256 se encuentran en sus hogares bajo vigilancia del sistema de atención primaria.

De pandemia a enfermedad endémica por baja en contagios

El director de Epidemiología del MINSAP, Francisco Durán, el “rostro” del enfrentamiento del COVID-19 en Cuba, descartó este miércoles en su comparecencia diaria que sea posible declarar la isla como territorio libre de coronavirus con cero casos, pero consideró que “se va a controlar” y dejará de ser “un problema de envergadura”.

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“Cuando se abran las fronteras, cerradas desde el 2 de abril, las medidas de control sanitario internacional pueden ser muy rigurosas. Esto debido a que la situación es global. Lo más probable es que pasemos a una endemia, o lo que es lo mismo, se mantenga un número de casos activos dentro de la población como las diarreas o el dengue”, indicó.

Cuba se mantiene en fase pre-epidémica con transmisión autóctona limitada de COVID-19, con medidas preventivas como la suspensión del transporte público, el cierre de fronteras salvo casos excepcionales y la clausura de escuelas y los mayores centros comerciales.

El uso de la mascarilla es obligatorio en espacios públicos y, aunque no hay confinamiento forzado, se ha pedido a los ciudadanos no salir de casa excepto para actividades imprescindibles como ir al mercado o hacer trámites.

Esta semana las autoridades sanitarias intensificaron la búsqueda de nuevos casos en todo el país con el inicio de estudios poblacionales ampliados para detectar la prevalencia del virus.