El número de casos confirmados de COVID-19 en Nicaragua se incrementó en la última semana, hasta alcanzar los 20 mil 130. Esto desde que la pandemia se detectó en el país en marzo de 2020, informó este martes el Ministerio de Salud.

Un total de 89 nuevos casos de COVID-19 detectaron las autoridades sanitarias nicaragüenses entre el 20 y el 27 de diciembre. Una cantidad superior a los 77 que se reportaron en la semana anterior, de acuerdo con el último informe oficial.

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Mientras que el número de pacientes de COVID-19 aumentó, la cantidad de muertos a causa de la pandemia se mantuvo en 245. Esto desde que el coronavirus fue detectado en Nicaragua.

Las cifras estatales contrastan con las mostradas hasta julio pasado por el Observatorio Ciudadano COVID-19, una red de médicos independientes que da seguimiento a la pandemia, que reportó 6 mil 066 fallecidos por neumonía y otros síntomas del coronavirus, además de 32 mil 650 casos sospechosos, datos que el Gobierno no reconoce.

Las autoridades sanitarias de Nicaragua informaron que han “atendido y dado seguimiento responsable y cuidadoso” a 15 mil 425 personas en el contexto de la pandemia.

Nicaragua y el COVID-19 con secuelas en varias personas

También señalaron que las personas atendidas “con frecuencia han tenido padecimientos asociados”. Entre estos “hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad, enfermedades cardíacas, síndrome de inmunodeficiencia e insuficiencia renal crónica”. También “antecedentes de accidentes cerebrovasculares, tuberculosis pulmonar y enfermedades pulmonares crónicas”.

En el mismo reporte el Ministerio de Salud indicó que 15 mil 091 nicaragüenses han sobrevivido a la enfermedad después de haber contraído el coronavirus.

El Ejecutivo de Nicaragua ha informado que el 92 % de la población mayor de 2 años ya cuenta con el esquema completo de vacunación contra el COVID-19, mientras que el 96 % tiene al menos una dosis.

Nicaragua no ha aplicado medidas restrictivas como parte del combate al coronavirus desde que se inició la pandemia, lo que le ha valido críticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).