La municipalidad de Cuilapa, Santa Rosa, adjudicó un concurso por Q349 mil 649 para edificar 15 locales que se utilizarán para la venta de tortillas. Todos estarán en el barrio “La Parroquia” en el casco urbano y, en promedio, cada uno costará Q23 mil 309.

Uno de los solicitantes de esta obra es José Domingo Del Cid, presidente del consejo comunitario de desarrollo del barrio “El Calvario”. A su criterio, se requiere infraestructura digna para quienes se dedican a elaborar tortillas y “con esto también se beneficiaría a la población cuilapense, porque se ofrecerían condiciones de seguridad e higiene”, sostiene en una carta enviada a la alcaldía el 15 de diciembre de 2021.

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En la boleta del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) del proyecto, en tanto, la dirección de planificación califica como necesaria esta construcción porque las tortilleras suelen ubicar sus ventas alrededor del mercado municipal, en la calle, y eso “afecta la imagen urbana. También se puede observar cómo no se cumplen las medidas sanitarias mínimas para comercializar alimentos”, se lee en el documento.

Enfermedades transmitidas por comida o agua contaminadas

Según el área de Salud de Santa Rosa, una de las mayores causas de morbilidad a nivel departamental son las enfermedades transmitidas por comida o agua contaminadas, como la diarrea en menores de cinco años y la hepatitis “A”. Ocurren sobre todo en los municipios más poblados (Cuilapa, Taxisco y Nueva Santa Rosa).

“Los casos no suelen exceder las cifras esperadas, aunque tuvimos un repunte en 2019 que duró poco. Analizamos semanas epidemiológicas y en uno de esos recuentos notamos que en la misma fecha en 2018 se diagnosticó hepatitis “A” a nueve personas. Un año después, a 116”, sostiene el personal de salud.

“No podemos determinar el alimento causante en cada paciente porque algunos síntomas tardan hasta semanas en aparecer. Incluso podría no haber sido comida, sino algún contacto con líquidos contaminados”, añade. En el municipio, tres de cada diez hogares no tienen acceso a agua entubada. Además, dependen de chorros públicos, pozos, manantiales o la lluvia para abastecerse, según el Censo poblacional 2018.

Una de las principales actividades económicas en Cuilapa es el comercio de granos básicos y sus derivados, como las tortillas de maíz. Al consultar con la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN), al menos 44 de cada 100 personas económicamente activas en esa ciudad se dedican a ello. Además, el estudio de la economía nacional del Banco de Guatemala en 2020 describió a las tortillas como uno de los alimentos con menor afectación tras la llegada de la pandemia, pues la demanda se mantuvo.

Cuilapa, municipio con mayor conocimiento en el departamento sobre mecanismos de denuncia

Por otro lado, la defensoría contra la trata de personas del Procurador de Derechos Humanos no registra casos de retención o tratos inhumanos en tortillerías de Santa Rosa. De hecho, califica a Cuilapa como el municipio con mayor conocimiento en el departamento sobre mecanismos de denuncia y protocolos internacionales para sancionar esta situación.

Ojoconmipisto intentó contactar a la alcaldía en más de 15 ocasiones a los seis números distintos registrados en su portal; también en la Asociación Nacional de Municipalidades, en el consejo departamental de desarrollo, en SEGEPLAN y en gobernación departamental, pero no hubo respuesta. El jefe edil, Esvin Marroquín, tampoco contestó su teléfono personal ni los mensajes que se le enviaron.

Quien sí contestó las llamadas fue el director de planificación, Wilson Estrada, a quien se quería consultar si los locales se rentarán a las vendedoras o solo se les ubicará allí. También acerca de las condiciones higiénicas de estos lugares y si se planean replicar en lugares distintos al casco urbano, donde hay más tortillerías. Al indicarle para qué se le contactaba, preguntó por qué se requería esa información, colgó la llamada y no volvió a contestar.

Los 15 módulos serán prefabricados, de concreto, con puertas de metal y un sanitario, y cada uno medirá 87 metros cuadrados, como consta en las bases del evento. El proveedor a cargo es Hugo David Moscoso, representante de la constructora JLE, la cual ha facturado Q150.1 millones a través de contratos con entidades públicas desde 2015. [Por Carmen Maldonado Valle. Vía Ojoconmipisto]