Los peces (en latín Pisces) son los animales vertebrados primariamente acuáticos que están recubiertos por escamas, dotados de aletas (que permiten su movimiento continuo en los medios acuáticos) y branquias.
Generalmente, regulan su temperatura a partir del medio ambiente (ectotérmicos) y respiran por medio de branquias, con las que captan el oxígeno disuelto en el agua. Los peces son abundantes tanto en agua salada como en agua dulce, pudiéndose encontrar en múltiples ecosistemas: ríos, lagos, lagunas, cuevas, manglares y el océano.
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En la región maya existen varios vocablos para llamar al pez o pescado. En maya peninsular o yucateco es Kay, pero también le llaman Me’ex, que significa barba o bigote y actualmente se usa para nombrar a dos o tres tipos de peces, como los bagres. Las menciones más antiguas las hizo Fray Diego de Landa en el siglo XVI:
“Los pescados que matan y hay en aquella costa son lisas muy excelentes y muy gordas; truchas, ni más ni menos en el color y pecas y sabor, y son más gordas y sabrosas de comer, y llámanse en la lengua uzcay; róbalos muy buenos; sardinas, y con ellas acuden lenguados, sierras, caballos, mojarras e infinitas diversidades de otros pescados pequeños”. Fray Diego de Landa, Relación de las Cosas de Yucatán. Capítulo XLV.
Mayas
El área maya comprende la totalidad de Guatemala y Belice; la parte occidental de Honduras y El Salvador y los estados mexicanos de Chiapas, parte de Tabasco y toda la Península de Yucatán. Este territorio está rodeado de dos mares (Pacífico y el Mar Caribe) e irrigado por gran cantidad de ríos y fuentes de agua superficiales, como lagos y lagunas. Además, en las tierras bajas de la Península de Yucatán y algunas regiones que limitan con las tierras altas de Guatemala, existen sistemas de cavernas y cenotes con aguas subterráneas, que poseen un fuerte simbolismo sobrenatural desde la antigüedad hasta nuestros días.
Biodiversidad
A pesar de ser un país pequeño en tamaño, Guatemala tiene una excepcional biodiversidad comparada con otros países. Nuestro país se posiciona en el primer lugar de Centroamérica en cuanto a diversidad eco regional (tiene 14 ecorregiones) y al describir la biodiversidad acuática del país, resulta sorprendente saber ¡que cuenta con 1,033 especies de peces! (Perfil Ambiental de Guatemala (IARNA, URL e IIA, 2006).
Varios elementos de este entorno natural aparecen en el arte prehispánico, especialmente en vasijas y figurillas, en ornamentos, o como parte de los tocados de los gobernantes. También se han encontrado ofrendas con huesos de peces y otros animales marinos.
Por otro lado, el pescado es una importante fuente de proteína para los seres humanos y en todas las culturas ha tenido un papel importante, que va desde la nutrición hasta la religión. Landa, especialmente describió las bondades del pescado y cómo cocinarlo:
“Acostúmbranlo salar y asar y secar al sol sin sal, y tienen su cuenta cuál de estos beneficios ha menester cada género de pescado, y lo asado se conserva (varios) días, que se lleva a veinte y treinta leguas a vender, y para comerlo tórnanlo a guisar, y es sabroso y sano”. Fray Diego de Landa. Relación de las Cosas de Yucatán, Cap. XLV
Es interesante anotar que en Petén así como en toda la Península de Yucatán existe una especie endémica de pez conocido localmente como blanco (Petenia splendida). Tiene un sabor realmente exquisito, lo que lo constituye en una delicadeza. El blanco es importante en la economía de una parte de la población petenera.
Vasijas pintadas
Entre los antiguos mayas, los peces tienen una obvia asociación al agua (una de las entradas al inframundo) y se les representa generalmente de forma naturalista. Varios estilos de peces decoran las vasijas pintadas mayas. Todos están asociados al inframundo acuático y aunque hay muchos peces monstruosos, los más cercanos a la superficie del mundo de los vivos aparecen con rasgos más naturales.
Sin embargo, otras manifestaciones como los mitos e historias que forman parte de la tradición oral, diversifican su importancia y simbolismo. En ellos, se hace énfasis en su ecosistema acuático y se les asocia con otros elementos que forman parte de la interacción existente entre el hombre y los peces, como las canoas y las redes, como se observa en una variante del mito del cortejo del sol y la luna (Thompson, 1990: 365)
“El sol huía con la muchacha tomados de la mano, pero el padre de ella logró pegarle al sol de un cerbatanazo, y la muchacha cayó al mar hecha pedazos. Los peces se congregaron y pegaron sus pedazos con las finas escamas plateadas y luego, boca con cola, hicieron una red para cargarla y llevarla hasta el sol. Sin embargo, por el calor los peces no aguantaron llegar hasta él y dejaron a la muchacha, ya convertida en luna, a la mitad del cielo, en donde aún trata de alcanzar al sol. Los peces se convirtieron en la Vía Láctea”.
Los peces participan en varios mitos y cuentos de muchos pueblos indígenas, principalmente cuando se tienen ríos, lagunas o lagos cerca. En uno de los últimos episodios del mito del Popol Vuh, los Héroes Gemelos se lanzan a la hoguera de los Señores de Xibalbá para ser quemados, pero habiendo aleccionado a dos adivinos, sus huesos son molidos y lanzados al río en donde se convierten en peces para escapar una vez más.
Fuentes
- Jolón, Mario (compilador). 2005. PROYECTO: “RECOPILACIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE BIODIVERSIDAD EN GUATEMALA” REF. GUA/05/010-44272. INFORME FINAL. INBio, CONAP.
- Landa, Fray D. de; 1959. Relación de las Cosas de Yucatán. Introducción de Angel María Garibay; 8ª. edición. Editorial Porrúa, México.
- Paredes Maury, Sofía. 1996. FLORA Y FAUNA EN EL ARTE MAYA DE TIKAL. Proyecto Mayarema-EduCAREmos. Petén, Guatemala.
- Pohl, M. 1983. “Maya Ritual Faunas: Vertebrate Remains from Burials, Caches, Caves, and Cenotes in the Maya Lowlands”. En Civilization in the Ancient Americas. University of New Mexico Press and the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology; Cambridge. pp. 55-103.