El padre Ángel Ojuel Azores, era el vicario de la catedral de San Bartolomé y quien se ganó el cariño y respeto de los feligreses. En todo momento era buscado para una oración o consejo; durante 25 años también estuvo a cargo de la iglesia de San Gabriel Suchitepéquez.

Fue en 1991 cuando el padre Ángel vino a Mazatenango y también se encargó de atender la iglesia de San Gabriel; y entre sus muchas actividades, se dedicaba a la catequesis de niños y preparación de las personas a recibir dignamente los sacramentos. Además construyó el local de Acción Social y sede del proyecto de apadrinamiento de niños, el que es de gran ayuda para los pobladores de San Gabriel y lugares adyacentes.

Lee también: COPRECOVID reporta aumento de casos en Guatemala

Para Miguel Sánchez, párroco de la catedral de San Bartolomé, la muerte del padre Ángel deja un vacío en la iglesia; pues se le conocía como alguien que se interesaba por el bienestar del pueblo.

“El padre Ángel se metía a escuchar la voz del pueblo e interpretaba sus propias necesidades. El daba pan, un consejo a veces hasta un chistecito, siempre estaba atento, era un hombre que sabía escuchar”, refirió el párroco Sánchez, durante la misa de las 06:30 de la mañana.

Recuerdan al padre Ángel Ojuel

El párroco reconoció la labor del padre Ángel, un hombre entregado a servir a la comunidad.

“Hoy se nos va el Ángel de la caridad, el que supo no solo escuchar la voz del  maestro si no la voz de su pueblo, hoy no seamos egoístas dejémoslo partir y que regrese a celebrar en el cielo con el señor”, finalizó Sánchez.

Diferentes sectores manifestaron su pesar a la iglesia católica por el fallecimiento del padre Ángel Ojuel.

Mario Cáceres, miembro de la iglesia católica, recuerda cómo en un momento de desesperación buscó la ayuda del padre Ángel, quien con mucha sabiduría lo ayudó a salir de un problema familiar.

Mientras que Dora Martínez, vecina de Mazatenango, reconoce que el padre Ángel era conocido por ser radical en la palabra y que siempre motivó a los jóvenes a profesar las buenas obras.