A pesar de ser del Occidente, viví mucho tiempo en Oriente, donde conocí y valoré los dulces típicos de Oriente, pues en esta tierra bendita por Dios son fundamentales en la Capital Centroamericana de la Fe: Esquipulas, Chiquimula.

Por: Chef Arlhens Quiñonez.

En mi natal Momostenango, al hablar de dulces típicos, todo el pueblo pensaba en los “Dulces de la Mamabecha”, mi amada abuela. Ella preparaba en casa cocos, manzanillas, higos, camote, entre otros, y los chilacayotes eran especiales, pues eran de su cosecha propia.

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La elaboración es todo un ritual, pues hay que preparar el azúcar, cortar papel, rallar ingredientes como el coco y lo más importante, los fogones para colocar los apastes de barro y tener listas las bandejas para colocar los bocadillos.

En Quetzaltenango conocí a doña Blanca Méndez. Era propietaria de “Nostalgias Quezaltecas”, allí aprendí la elaboración de nuégados, zapote, frutas de mazapán, alborotos, entre otros, pues ella acostumbraba realizar en Occidente, dulces típicos de Oriente.

Las delicias de los Dulces típicos de Oriente

Entre el folclor, los peregrinos para el Cristo Negro y las artesanías como el sombrero adornado con fibras de paxte y colgantes, siempre es posible ver su gastronomía en una infinidad de dulces.

Dulces tradicionales. Foto: Roberto Broll

Todo el año es posible encontrar las Canastas de Esquipulas con colaciones, en diversas formas y colores y rosarios, estampas o recuerdos del Cristo Negro. Así también dulces como churros, melcochas, plancha, batido con o sin anís.

La rosita piteada de diversos colores, los alborotos, anicillos y caramelos, la tradicional conserva de coco, sola o con un toque de rosicler, son una verdadera delicia al paladar.

En la feria de enero, se encuentra la mayor variedad, pero todo el año se producen estas delicias al paladar. Foto: Roberto Broll

Gracias a manos artesanas aun podemos degustar estas delicias ¡Valora lo nuestro!