El Ministerio Público informó que formó parte de una investigación que realizaron las autoridades de Estados Unidos y que llevaron a la condena de una mujer que utilizaba los aviones de su empresa para transportar droga y que pasaban por varios países entre ellos Guatemala.
La Fiscalía de Delitos de Narcoactividad, participó del 13 al 26 de abril del presente año, en el juicio llevado contra Debra Lynn Mercer-Erwin, en la Corte del Distrito Este del Estado de Texas, Estados Unidos de América.
Lee también: La OMS pone fin a la emergencia del COVID-19
Según la investigación a la organización se le atribuyen 24 aeronaves registradas bajo fideicomisos en la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos. Estas tienen vínculos con el narcotráfico y han aterrizado de forma ilegal en el territorio guatemalteco.
Derivado de la información compartida y de las acciones de las fuerzas de seguridad de Guatemala, en diversos procedimientos se logró incautar aproximadamente seis mil 654 paquetes de cocaína, con un valor estimado de Q700 millones 666 mil 200.00 (unos USD $89.8 millones).
INTERNACIONALESLa historia de Debra Lynn Mercer-Erwin y sus aviones usados por narcotraficantes y por otros personajes controversiales como Alex Saab https://t.co/e2XtYXZggx
— ABC Noticias (@abcesnoticias) May 3, 2023
MP colabora en el juicio para condenar a mujer que usaba sus aviones para el narcotráfico
Con los aportes del Ministerio Público el jurado federal condenó a Debra Lynn Mercer-Erwin por los delitos de lavado de dinero y fraude electrónico. Se determinó que cometió los delitos a través de un esquema llamado Ponzi, en el que los inversores afirman haber perdido al menos $240 millones.
Dichas acciones las realizaba a través de una empresa fiduciaria. Esta tenía como objetivo poner a disposición aviones registrados en Estados Unidos para uso de organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico, conocidas como Carteles.
Se logró establecer que a través de dicha compañía de la cual es propietaria Mercer-Erwin, se encontraron más de mil aeronaves. Todas tenían direcciones registradas en dos apartados postales de una pequeña ciudad de Onalaska, Texas, que carece de aeropuerto.