La pandemia del coronavirus en EE.UU llevó a las clases más ricas a caminar lo mismo o más que antes de la crisis. Mientras que las clases más pobres han caminado menos, según un estudio del Massachusetts Institute of Technology -MIT-.
Así lo expresó uno de los autores principales de esta investigación, Esteban Moro, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid e investigador en el MIT.
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El equipo del MIT analizó datos de dispositivos móviles para estudiar los patrones de paseo de 1,62 millones de usuarios anónimos en 10 áreas metropolitanas de EE.UU. Dicho estudio se realizó desde mediados de febrero hasta junio de 2020.
Los expertos analizaron cuándo los usuarios caminaban, la distancia que recorrían, el tiempo y el tipo de marcha que realizaban. Estas podrían ser recreativas o “utilitarias”, es decir, para ir a trabajar, a un restaurante, al banco o al colegio, entre otros.
Los resultados del estudio “Efecto de las políticas de respuesta al COVID-19 sobre el comportamiento al caminar en las ciudades de EE.UU.” revelan descensos “drásticos” en el total caminado para cuestiones “utilitarias” para toda la población. Mientras que el andar por inactividad “se recuperó e incluso superó los niveles previos a la pandemia” en las clases más altas.
Efectos de la pandemia en la rutina de las personas en EE.UU
De acuerdo a Moro, la gente rica que se quedó en casa para trabajar de manera remota salió a caminar más por inactividad. Esto iguala o mejora los registros anteriores a la crisis sanitaria, teniendo en cuenta también la cantidad recorrida por motivos “utilitarios”.
“Sin embargo, este efecto de sustitución no se vio en las zonas pobres, donde el confinamiento o estar en casa provocó que la reducción de la distancia caminada fuera muy grande porque se ha perdido todos esos paseos al colegio, al lugar de trabajo, etc”, precisó Moro.
En este sentido, una de las conclusiones del estudio apunta a que las medidas políticas sanitarias tuvieron un mayor impacto en el comportamiento al caminar de las personas de áreas de bajos ingresos y un alto uso del transporte público.
“El impacto en salud es importante, pues lo que vemos también es que zonas más pobres ya tienen problemas como obesidad o diabetes y, si encima la epidemia les ha traído menos actividad física”, reflexionó Moro. Es por eso que, en su informe, el MIT se refirió a este problema como “una doble pandemia” que han sufrido las poblaciones con menor recursos en EE.UU.
Importante 👇las zonas más deprimidas socioeconómicamente han sufrido de forma más severa los confinamientos en cuanto mayor reducción de su actividad física, lo cual se une a un mayor número de casos reportados https://t.co/JyDSjhfeDj
— Pablo Haya (@pablohaya) June 16, 2021