El COVID-19 acabó este mes con la vida de Ekundu, un león que se contagió el virus en el zoológico donde vivía en Hawái, Estados Unidos y quizás podría haberse salvado con una vacuna, aún en fase experimental, diseñada específicamente para animales y mucho menos conocida que las vacunas para humanos.

“Cuando supimos del primer perro contagiado de COVID-19, en Hong Kong en febrero de 2020, inmediatamente nos pusimos a trabajar en una vacuna que pudiera ser usada en animales”, dijo Mahesh Kumar. El experto es vicepresidente senior de Biología Global de la empresa estadounidense Zoetis, el mayor productor mundial de medicamentos y vacunas para mascotas y ganado. Según Kumar, en ocho meses realizaron los estudios iniciales de seguridad y después presentaron la vacuna en la edición de 2020 del World One Health Congress. Se trata de un evento en el que se estudia transmisión de enfermedades entre humanos y animales, en factores sociales y medioambientales.

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Por ahora la vacuna de Zoetis no se comercializa y solo tiene autorización de su uso experimental caso por caso por parte de las autoridades veterinarias en el Departamento de Agricultura de EE.UU.

Zoetis ha donado dosis de la vacuna a casi 70 zoológicos y una docena de reservas, santuarios e instituciones académicas y gubernamentales por 27 estados de EE.UU., según dice un portavoz de la empresa en Nueva Jersey.

La empresa no suministra información sobre sus donantes, pero sí anunció que le brinda ayuda al Zoo de San Diego, California, cuando varios de sus grandes simios se contagiaron de COVID-19.

Casi 300 animales cautivos contagiados de COVID

Al 25 de octubre las autoridades veterinarias de EE.UU. registraban desde el inicio de la pandemia 290 casos de animales con COVID-19 en el país, de ellos 100 gatos y 89 perros.

Les siguen leones, con 35 casos, tigres (31), visones de granja (17), gorilas (13), leopardos de las nieves (11), nutrias (7) y luego casos aislados en hurones, pumas y coatíes, según el Servicio de Inspección de Salud Animal y Vegetal de EE.UU.

En la mayoría de los casos en los zoológicos o reservas, los animales enfermos se recuperan poco tiempo tras recibir tratamiento, según informan esas instituciones.

Ekundu no tuvo tanta suerte, quizás porque, como ocurre con los humanos, a los más débiles les resulta más difícil resistir el embate del nuevo coronavirus.

Tenía 13 años, era el único león macho en el Honololu Zoo y sufría una enfermedad crónica desde hacía cinco años. Por eso también tenía epilepsia, dijo la directora del centro, Linda Santos, al anunciar esta semana su muerte.

Al igual que Ekundu, la leona Moxy, con la que vivía en el mismo recinto y tuvo tres hijos, empezó a mostrar síntomas de una enfermedad respiratoria a comienzos de octubre. Posterioremente dio positivo a COVID.

Pero Moxy respondió al tratamiento y está en vías de recuperación, de acuerdo con el zoológico.

A la búsqueda de vacunas

Las autoridades del Honolulu Zoo anunciaron que, tras la muerte de Ekundu, que nació en 2007 y llegó a Hawái en 2010, extremaron medidas de prevención y procuran hallar vacunas para sus animales.

“Se reciben muchas peticiones de nuestra vacuna contra el COVID-19 para animales y debemos acatar la regulaciones de cada país. Buscamos oportunidades para ayudar a los zoológicos y otras organizaciones fuera de EE.UU. para proteger a los suyos”, indicó la portavoz.

La fórmula de la vacuna experimental de Zoetis es únicamente para animales.

El virus o antígeno es el mismo que en las vacunas para humanos, pero el transportador que se utiliza es diferente.

“La especial combinación de antígeno y adyuvante garantiza la seguridad y eficacia para las especies a las que se administra la vacuna. El adyuvante de Zoetis demostró seguridad para muchas especies animales, dice la compañía.

Ayuda a los animales

El vicepresidente senior de Zoetis dijo que “afortunadamente en la actualidad la vacuna contra el COVID no se necesita ni para mascotas, ni ganado”. Mostró su orgullo por poder ayudar a los animales en riesgo de contagiarse en los zoológicos.

“Ahora más que nunca ante la pandemia el foco está en la importante conexión entre la salud animal y la salud humana. Seguimos con el monitoreo si surgen enfermedades infecciosas que pueden impactar en los animales y también en las personas”, agregó.

Mike McFarland, jefe médico de Zoetis, se declaró orgulloso del “trabajo de desarrollo e investigación innovador” por parte de la compañía. Asimismo que ayuda a “veterinarios de zoológicos a prestar una atención de alto nivel a los primates, los felinos y otras muchas especies”.

En abril pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe sobre el origen del COVID-19. En el documento se apuntaban cuatro teorías posibles, entre ellas la del accidente de laboratorio y que es menos probable.

Peter Embarek, jefe del equipo de la OMS a principios de 2021 visitó Wuhan (China) para estudiar el origen del coronavirus. Para entonces dijo que el COVID pudo comenzar después de que un investigador de un laboratorio se infectara con un murciélago.