El Bayern Múnich campeón de todo empieza este martes en el Olímpico de Roma contra el Lazio la fase de eliminación directa de la Champions League.

El Bayern está decidido a aumentar el nivel tras la resaca posterior al triunfo en el Mundial de Clubes con un único destino en la cabeza: la final del 29 de mayo en Estambul.

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Los hombres de Hansi Flick deben dejar atrás una semana desastrosa en la que cedieron cinco puntos en la Bundesliga.

Un empate ante el modesto Arminia Bielefeld y una derrota ante el Eintracht Fráncfort, lo que hizo que su ventaja sobre Leipzig se redujera a dos puntos.

Las razones para el bajón del Bayern Múnich, justo después de ganar el Mundial de Clubes, tienen que ver sin duda con el desgaste.

El Bayern Múnich llega con sensibles bajas

La baja mas grave ha sido la de Thomas Müller, que dio positivo de coronavirus cuando el equipo todavía estaba en Qatar.

Sin Müller el Bayern Múnich es otro equipo, menos variable en ataque y con menos movilidad.

Además, es claro que Robert Lewandowski extraña demasiado a Müller con quien se entiende a ciegas.

Otra baja también notable ha sido la del lateral derecho Benjamin Pavard, también por coronavirus.

Süle no entrenó por problemas físicos con lo que, por lo que admitió el entrenador Hansi Flick, una posible variante es que Joshua Kimmich pase del centro del campo al lateral derecho.

Además faltan por lesión Corentin Tolisso, Douglas Costa y Serge Gnabry, que pasó por una lesión muscular.

El Bayern Múnich se verá las caras con un Lazio que regresa veinte años después a la fase de eliminación directa de la Liga de Campeones sin particular presión.

El equipo de Simone Inzaghi, ya demostró en la fase de grupos tener las capacidades para dar la sorpresa ante equipos a priori más preparados.