Muchas culturas, a lo largo de la historia de la humanidad, han creado bebidas espirituales, que alegran el alma y el corazón; expertos aseguran que nacieron al mismo tiempo que la agricultura, probablemente por fermentación espontánea y casual de granos húmedos (cebada, trigo, uvas, dátiles y otros granos).

En la cultura maya, donde todo tiene un carácter sagrado, el hecho de alimentarse no es una cuestión puramente orgánica o “natural” sino sacra. Así, existían entre ellos alimentos y bebidas que son objetos simbólicos, sobre todo los relacionados con sus ceremonias.

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Descendientes de la cultura maya, los Q’eqchíes del norte de Guatemala también cuentan con bebidas ceremoniales como el caso del Boj, un brebaje fermentado elaborado con caña de azúcar y maíz quebrado.

El Boj es parte de la expresión cultural del pueblo Verapacense, y tiene un significado espiritual que se manifiesta en los distintos niveles de vida del pueblo Q’eqchi’. De acuerdo con Don Alberto Choc, originario de San Juan Chamelco, el boj es una bebida originaria de los antepasados, “el boj fue hecho por nuestra primera madre, fueron los primeros abuelos los que nos lo enseñaron”, comenta Don Alberto.

El origen del boj

Es posible que el origen del boj esté ligado a la creación del mundo, de acuerdo con la tradición oral de los Q’eqchíes; “Primero probaron con Tañil, luego el Tusub y hasta que al fin quedó bueno con la caña y todos se pusieron bien contentos” comenta nuevamente Don Alberto.

Es posible que la bebida original del boj haya tenido como base el maíz fermentado con algunas hierbas y que, con la llegada de los españoles en el tiempo de la colonia y la introducción de la caña y los trapiches, se hayan sumado estos elementos a la bebida.

La base para la elaboración del boj es fermento de maíz, para lo cual este debe estar previamente quebrado con piedra de moler, luego se deja en olla de barro con agua durante 12 horas, posteriormente ya se le agrega el jugo de caña, y se deja reposar otro período de tiempo.

Aunque hoy en día se produce en algunas aldeas de Alta Verapaz, un boj de carácter comercial, su elaboración con fines ceremoniales lleva todo un ritual.

Ceremonia

Antes de su elaboración es necesario realizar una ceremonia, para ahuyentar a los malos espíritus y luego de elaborarlo hay que velarlo, dejándole un poco al santo antes de que lo pruebe la gente. Cuando el boj ya no tiene ningún mal, lo pueden beber las personas; también sirve para echar un poco en la tierra y bendecirla antes de la siembra o para poner en las paredes cuando se bendice una casa.

De esta manera, el boj, se convierte en el eje fundamental del mundo de los rituales sagrados del pueblo Q’eqchi’, utilizándolo en el Paabanc una de sus ceremonias indígenas más importantes de Guatemala, pero también en cofradías, días de siembra, bautizos, bodas y cuando se recibe la visita de amigos, con el objetivo de convivir y ponerse contentos por un rato.