El Girona desnudó al Barcelona (2-4) para demostrar que va muy en serio a por la Liga, después de conseguir una victoria de prestigio que le da el liderato en solitario y deja a los azulgrana a siete puntos.

El equipo de Míchel Sánchez supo sufrir y definir; capeó el temporal y fue preciso y quirúrgico en los momentos calientes del partido, en los últimos minutos del primero tiempo y en la parte final del encuentro.

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No hay ninguna duda del poder del Girona, de que los de Míchel Sánchez van muy en serio. No es la revelación de la Liga, es la perla del campeonato. Lo ha demostrado hasta ahora y lo ha certificado ante el Barcelona, en un partido en el que su técnico jugó al engaño.

Dijo en la víspera que su equipo no podía jugarle de tú a tú al Barcelona, porque los azulgrana le podían hacer daño. Pero quien lastimó a los barcelonistas fue el Girona, con un juego vertical, con las piezas afinadas y penalizando cada error.

El Girona golea al Barcelona en su propia casa

El Girona tomó ventaja con un gol del ucraniano Artem Dovbyk al minuto 12. Sin embargo, el polaco Robert Lewandowski puso las cifras 1-1 en el 19′.

Los visitantes volvieron a retomar la ventaja cuando Miguel Gutiérrez anotó el segundo tanto de su equipo, antes que Valery Fernández colocara las cifras 3-1.

El Barsa volvió a acercarse cuando Ilkay Gundogan marcó el 2-3. Sin embargo, el Girona liquidó el partido con el gol del uruguayo Christian Stuani que sentenció el 4-2 definitivo.

Con este resultado, el Girona deja muy tocado al Barça, consigue el liderato en solitario, logra la primera victoria de su historia ante los azulgrana, pero sobre todo demuestra que ya no es la revelación del campeonato, es una realidad.