Cómo hemos visto en los anteriores capítulos, el sitio arqueológico El Mirador y sus aliados en la Cuenca Mirador tuvieron una larga ocupación. Se inició con la arquitectura monumental desde el período Preclásico Medio hasta los finales del período Preclásico Tardío.

Su gran apogeo sucedió durante el Período Preclásico Tardío, convirtiéndolo en uno de los sitios más representativos de este período de la historia Maya. Durante un lapso de aproximadamente 400 años, este lugar logró establecerse como una de las ciudades más desarrolladas de toda la época prehispánica. Luego, había una ocupación más modesta desde el Clásico Tardío hasta el período Clásico Terminal.

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Las investigaciones en los monumentales complejos arquitectónicos Preclásicos continúan. Cada temporada de trabajo en el sitio, el Proyecto Cuenca Mirador presenta datos sorprendentes, evidencia de la complejidad social alcanzada siglos antes de Cristo. Se ha observado sistemas particulares y novedosos en la arquitectura de los edificios, la escultura, y el arte arquitectónico como el Friso de la Gran Acrópolis Central, los mascarones de la Estructura 34, la Estructura 313, y la majestuosa Pirámide Danta.

La magnífica calidad cerámica y artefactos líticos, los complejos diseños iconográficos encontrados en las esculturas y la construcción de enormes calzadas, aguadas, canales, presas, y fosas nos permiten conocer el desarrollo de una sociedad temprana de la historia mundial.

Historia de la humanidad

Según el Dr. Hansen, el entorno natural que favorece a los sitios arqueológicos en la Cuenca Mirador incrementa su valor al involucrar otras ciencias relacionadas con las investigaciones multidisciplinarias como la biología, botánica, geología, entomología, ornitología, herpetología, hidrología, pedología, edafología, y muchas más.

El conocimiento del surgimiento de la complejidad cultural, el precoz apogeo y un convulsionado colapso de las primeras ciudades monumentales de Mesoamérica nos permiten contribuir con otra página de la historia de la humanidad.

Un aspecto de suma importancia que se debe resaltar y es que el proceso de investigación arqueológica va acompañado de un riguroso programa de conservación; el cual es dirigido por un gran guatemalteco que ha dedicado su vida a la conservación del Patrimonio Cultural de Guatemala, el señor Enrique Monterroso. El Sr. Monterroso está reconocido en varios países por su excelencia y su gran conocimiento sobre la conservación y restauración de la arquitectura Maya, junto con un gran equipo de conservadores guatemaltecos.

Otros expertos incluyen a la Licda. Lilian de Zea quien también tiene una gran trayectoria en el ámbito de la conservación, así como el Lic. Josué Guzmán y su equipo de operarios, quienes con mucho empeño y solidaridad han hecho posible que este lugar sea conservado de la mejor manera.

El Proyecto Cuenca Mirador representa un trabajo en equipo donde muchas ciencias están siendo parte para una mejor investigación y conservación; y cada vez se va adhiriendo al equipo a más profesionales y operarios para poder brindar a la humanidad una historia que se mantiene oculta en la selva petenera de nuestro país y proveer una mejor conservación para la cultura y la naturaleza.