Existe un lenguaje común entre distintas especies, que permite a los humanos entender lo que nos expresan los perros y los gatos, según una investigadora de la comunicación animal, que explica como escuchar a nuestras mascotas y crecer como personas a través de dicha conexión “telepática”.

 “Aunque no seamos conscientes de ello, los animales nos hablan todo el tiempo de diferentes maneras”, explica Patricia Perreau de Pinninck Gaynés (Barcelona, España; 1985), investigadora de la comunicación animal y entre especies.

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Patricia siempre ha sentido una fuerte conexión con los animales y una gran vocación por ayudarlos. Actualmente, se dedica a tender puentes entre estos seres y las personas que son responsables de ellos, para establecer una relación y comunicación mutuamente sanadoras.

Señala que los animales hablan a las personas, a través de la comunicación animal, un lenguaje común entre especies que los seres humanos podemos entender de forma innata, si les damos a los animales la oportunidad de ser escuchados y de expresar qué necesitan para su bienestar.

“Podemos aprender a escucharlos para conocer sus necesidades, ayudando a crear un espacio de comprensión mutua en la familia, y a comunicarnos con ellos, para mejorar como personas y aumentar nuestra paz interior y autoconsciencia”, en una “conexión sanadora”, asegura.

Portada del libro ‘Si pudieras hablar’. Foto: Penguin Random House.

Si pudieras hablar

Perreau ha desarrollado un método para reforzar el nexo con los animales y conectar también con nuestro corazón y nuestra propia esencia y animalidad, que describe en su libro ‘Si pudieras hablar’.

Al aprender a relacionarnos con los animales y con nosotros mismos “desde otro lugar” trabajamos en nuestro crecimiento personal y evolucionamos conjuntamente, mejorando la convivencia y descubriendo que la sanación de nuestros animales también nos sana a nosotros.

Diálogo entre distintas especies

A través de esta comunicación podemos establecer un diálogo con el animal para que nos exprese todo aquello que desee transmitir a su familia y a sus personas responsables, siempre con fines terapéuticos para ayudar al animal en su día a día, explica.

“Cuando una familia me solicita que comunique con su animal, me indica las preguntas que quieren que le haga, siempre enfocadas en poder comprender mejor al animal, mejorar la convivencia familiar, e incluso aportar mayor claridad y comprensión de la situación si existiese algún conflicto”, aclara.

Al igual que los seres humanos, las mascotas necesitan de cariño y comprensión, por lo que es necesario que siempre los hagamos sentir queridos. Foto: Freepick

Hablando desde el corazón

Consultada por EFE sobre cómo podemos aprovechar este tipo de comunicación intuitiva para recuperar la conexión perdida con los animales, con nosotros mismos y con todo lo que nos rodea, señala que “se trata de volver al camino del corazón, del sentir, un camino que nos están señalando los animales”.

Para explicar esto, relata que en una ocasión comunicó con un gato recién adoptado que era muy miedoso, que no solía querer contacto humano, ni tampoco ser acariciado por su familia, a pesar de que lo trataban con respeto e intentaban darle protección y seguridad en su hogar.

Cuando Patricia se comunicó con el gato, este expresó ciertas vivencias traumáticas que había sufrido en el pasado y que ahora le hacían ser desconfiado y miedoso, y que necesitaba que su familia entendiera que a raíz de esa situación en algunas ocasiones no quería que lo tocaran.

Al cabo de unas semanas, en las que la familia no forzó el contacto físico con el animal, el gato se mostró mucho más confiado y cariñoso con ellos, y aunque seguía siendo algo miedoso, pedía de forma proactiva caricias a su familia, asegura.

Este increíble cambio en la actitud del gato, les hizo sentir que habían reforzado su vínculo al permitir que se sintiera escuchado y comprendido, lo cual fue enriquecedor para la familia, según la experta.

Comunicación con un perro

En otra ocasión, Patricia se comunicó con un perro que estaba en la vejez y tenía algunas dolencias. Su familia quería comprender cómo se encontraba y qué necesitaba para estar mejor.

El perro expresó que no quería salir tanto a la calle y prefería estar más tiempo en su jardín, que por las mañanas se sentía cansado por lo que no quería dar su paseo matutino y que necesitaba realizar todo más despacio.

El animal también necesitaba que su familia tuviera más paciencia con él en ciertos asuntos, según Perreau.

Después de seguir durante unas semanas esas recomendaciones, la familia notó que el perro estaba más tranquilo, menos irritable y mucho más contento, mostrando una mayor conexión con ellos.

“Comunicarse con su perro les había permitido sentir aún más amor, si cabe, y sentirse más unidos” señala.

“Cada mascota se parece a su dueño”, una frase que al final de cuentas, tiene mucho de verdad. / Freepick

Una conexión en doble vía

Al conectar con nuestros animales conectamos con nosotros mismos, con la empatía, con la compasión, con el amor, y al comunicar de manera consciente con ellos iniciamos una escucha interna para poder así también escucharles, indica.

Para entender cómo funciona y se aplica esta “comunicación telepática animal”, que Patricia describe en su método, tenemos que abrir la mente, pero sobre todo el corazón, pedirle a la mente que se relaje y baje el volumen y dejar que el alma integre lo que aprende y experimente, recomienda.

“No es casual que la palabra ‘animal’ provenga del latín animalis y signifique tener alma (‘anima’). Según esta etimología, los animales están dotados de alma. Y no han olvidado que son almas, a diferencia de muchas personas que parecen ignorar que también lo son”, sostiene Perreau.

Recalca que las palabras, incluidas las de los animales, se comprenden verdaderamente con el corazón, con el alma. Nuestra mente tal vez no las comprenda, pero nuestra alma sí, porque sabe y reconoce la información.

Así es la comunicación animal, una comunicación intuitiva, que nos llega al alma, según esta comunicadora animal.