El primer gol en la Champions del jugador del Real Madrid Ferland Mendy, con un derechazo desde fuera del área en el minuto 86, derribó el muro del Atalanta.

El equipo italiano compitió setenta minutos con diez hombres, y vendió cara la derrota contra el Real Madrid, 0-1 en la ida de los octavos de final.

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Sin nueve jugadores, sin el liderazgo defensivo de Sergio Ramos ni los goles de Karim Benzema, fue Mendy el líder madridista.

Provocó la expulsión, severa, del suizo Remo Freuler en el minuto 18 y se inventó a cuatro minutos del final la jugada decisiva del partido.

El Real Madrid, que volvió a ganar en una eliminatoria de ‘Champions’ se llevó a Valdebebas un triunfo importante.

El cuadro merengue está a la espera de recuperar a más piezas clave y blindar en el partido de vuelta del 16 de marzo su billete para los cuartos de final.

Zidane apostó por Isco de falso ‘nueve’, para dar a su equipo más técnica y densidad en el centro del campo e intentar abrir espacios en la agresiva zaga rival.

El malagueño, que no era titular desde el 20 de enero, en el día de la eliminación de la Copa del Rey contra el Alcoyano, interpretó positivamente el plan de Zidane.

Tocó con calidad y atrajo la presión de los defensas de Gasperini para premiar las incursiones de Vinicius y de un excelente Mendy.

Dominio total del Real Madrid

El Madrid se apoderó del balón y lo jugó con calidad, a la espera de que se diera la ocasión para marcar.

Una oportunidad que llegó en el minuto 18, cuando una brillante combinación entre Toni Kroos, Casemiro, Isco y Vinicius liberó a Mendy para que este encarara la portería.

Remo Freuler le derribó antes de entrar al área y el colegiado le sancionó con una roja directa muy severa.

En el espacio de diez minutos se le sumaron las noticias negativas al Atalanta, que perdió a la media hora a Duván Zapata por una lesión muscular.

Poco a poco, el Real Madrid, en el que Casemiro vio una tarjeta amarilla que le impedirá jugar la vuelta, añadió a la posesión de balón los disparos a portería.

Llegó con un cabezazo del propio Casemiro en el minuto 45, pero Gollini que logró oponerse y mantener el empate a cero al descanso.

El equipo blanco necesitaba una chispa, una jugada individual para romper la igualdad y evitar regresar a Madrid con mucho juego y ningún gol.

Una jugada que llegó en el minuto 86, cuando Mendy puso la guinda a su sobresaliente prestación.

Un disparo con la pierna derecha desde fuera del área que sorprendió a Gollini y permitió al Madrid conseguir la victoria.