Estados Unidos ha vuelto a vivir otra noche de terror, esta vez en la ciudad de Monterey Park, condado de Los Ángeles, donde un tirador asesinó a diez personas. Además hirió a otras tantas cuando se encontraban en una sala de baile durante la celebración del Año Nuevo Chino.

“La gente puede pensar que este es otro caso más, pero no aquí. Esta es una de las áreas más tranquilas y seguras del condado y estamos devastados”. Así aseguró a EFE Jun Xiaozhe, un hombre que vive a dos manzanas del lugar de los hechos.

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Monterey Park es una urbe ubicada a 13 kilómetros de la ciudad de Los Ángeles. Según datos oficiales, más del 65 % de sus aproximadamente 60 mil habitantes son de origen asiático.

La festividad del también conocido como Año Lunar era uno de los momentos más importantes para una comunidad compuesta sobre todo por población china, pero también vietnamita, filipina, coreana o malaya, entre otras nacionalidades.

Monterey Park, la ciudad del condado de Los Angeles que se tiñó de sangre

Centenares de puestos de comida y artesanías, escenarios para actuaciones musicales, atracciones para niños e improvisados salones de belleza callejeros se habían desplegado por el bulevar Lincoln. Es una de las arterias principales de la ciudad, hasta su cruce con la avenida Garvey.

Varios miles de personas se congregaron allí el sábado por la noche en un evento cuya segunda jornada se canceló y que estaba situado a apenas 100 metros del local de baile de la avenida Garvey donde a las 22.22 hora local se desató el pánico.

“Acababa de volver a casa y escuché varias detonaciones. Ahora sé que son disparos, pero entonces pensé que tan solo eran fuegos artificiales”, explicó a EFE David Kwan, un vecino malayo de 52 años que lleva instalado en el área desde hace cuatro décadas.

Un lugar tranquilo para vivir

Kwan y Xiaozhe, reunidos junto a un centenar de personas frente a un amplio dispositivo policial, hicieron hincapié en que el suceso es algo “inaudito” en Monterey Park, ya que “nunca” se ha vivido algo así.

“Aquí puedes pasearte a las dos de la mañana en bicicleta con 3 mil dólares en el bolsillo y no tienes por qué preocuparte”, recalcó Xiaozhe. Esa ciudad, según Kwan, “no es el centro o el sur de Los Ángeles”, zonas popularmente conocidas por ser epicentro de pandillas y por contar con altas tasas de criminalidad.

La investigación del suceso sigue abierta. La Policía dice haber localizado a un posible sospechoso y cree que el autor de los hechos es la misma persona que unos 20 minutos después intentó atacar otra sala de baile en la localidad vecina de Alhambra, a apenas 5 kilómetros de distancia. Ese hombre fue desarmado y se dio a la fuga.

Aunque el móvil del crimen está por averiguarse, la comunidad asiática del condado de Los Ángeles afirmó estar “conmocionada” y eso podría afectar gravemente al desarrollo de otras festividades por el Año Nuevo Chino que estaban previstas para el próximo fin de semana en municipios cercanos.

Un tiroteo cercano

El ataque de Monterey Park ocurre en la misma semana en la que un tiroteo en el pueblo de Goshen (centro de California) dejó seis muertos, incluidos una madre de 17 años y su bebé de seis meses, en un suceso que todo apunta a que estuvo relacionado con un cártel de la droga.

Además, es uno de los más letales de California en la última década, después de que un matrimonio abatiera a 14 personas en una fiesta de trabajo en la ciudad de San Bernardino y tras el tiroteo de 2018 en la localidad Thousand Oaks, donde un marine retirado mató a 12 individuos en un bar.