La plataforma Covidrisk ayuda a medir el riesgo de contagio y brinda medidas para evitarlo. Lo calcula según la cantidad de participantes en reuniones y el espacio del lugar entre otros:

  • Número de asistentes
  • Dimensiones del salón del evento
  • Nivel de actividad física de los asistentes del evento
  • Ventilación
  • Uso de mascarillas y de qué tipo

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¿Qué otras medidas se deben tomar en cuenta?

Las fiestas son motivo para reunirse  y abrazarse, sabe Iris Cazali, jefa de infectología del hospital Roosevelt. Por ello, insiste en compartir y conversar con la mascarilla puesta. “En mi opinión, para minimizar riesgos lo ideal sería invitar solo a quienes se han vacunado, buscar espacios abiertos y ventilados y grupos pequeños”.

Susana López Charreton, viróloga mexicana, coincide en buscar espacios abiertos. “La manera más fácil de contagiarnos es en cuartos cerrados donde una sola persona infectada sin manifestar síntomas puede llenar el aire de aerosoles del virus”. Por eso es importante, siempre, el uso de cubrebocas.

Nancy Sandoval, de la Asociación Centroamericana y del Caribe de Infectología (Acencai), opina que la cuarentena de cinco a siete días previos es una buena medida para evitar contagios. “No hay evidencia de que hacerse pruebas rápidas previas a las reuniones sea totalmente efectivo porque en COVID-19 asintomáticos pueden transmitir la infección. En caso de pruebas de antígeno negativa podrían dar una falsa sensación de seguridad”.

Se debe tratar de reducir contacto con personas a quienes no se ve con frecuencia, sobre todo las de más edad o con comorbilidades, agrega Sandoval.

¿Cómo abordar a los no vacunados en reuniones familiares?

“La clave está en comprender y respetar. Si existe un grupo que tiene una postura muy marcada y ha dejado claro que no desea vacunarse y otro grupo que decidió vacunarse, como anfitriona me pregunto ¿invito o no a dos grupos tan dispares?”, cuestiona Cazali.

Es necesario dejar clara nuestra postura desde un principio para evitar los malentendidos (…) y tal vez motivar a que se inmunicen porque son personas a las que les tenemos aprecio y queremos su bienestar”, señaló Cazali.

López Charreton reitera la importancia de concientizar a las personas respecto a la vacunación.

“Yo puedo decidir no ponerme cinturón de seguridad cuando manejo y si tengo un accidente yo me estoy buscando tener un accidente muchísimo más fuerte, el daño es para mí. En el caso de las vacunas es diferente porque si yo decido no vacunarme y me infecto puedo contagiar a personas vulnerables como niños, adultos mayores o con enfermedades inmunodeficientes”.

¿Y si llega de sorpresa una persona sin vacunarse?

Se debe estar consciente de que la persona más vulnerable a COVID-19 es quien no se ha vacunado y tiene más posibilidades de infectarse y contagiar, por lo que en ningún momento deberá retirarse su mascarilla, agrega Sandoval.

“Si yo tengo la tentación de ir a una reunión donde hay mucha gente, donde no hay ventilación y no tengo manera de saber si todos están vacunados (…) ese es el momento de pensarlo dos veces, ¿debo o no debo ir?”, insiste Cazali. [Redacción: Grethel Díaz. Vía Ojoconmipisto]