Uno de los buenos propósitos preferidos para comienzo del año es realizar más actividad física para mejorar nuestra salud pero, al poco tiempo de comenzar a aplicarlo, comenzamos a poner todo tipo de excusas para dejar de entrenar o ir al gimnasio. Un entrenador deportivo explica cómo desactivar las más frecuentes.

“Hoy estoy desbordado por el estrés”. “La vida y la comida sana terminan siendo aburridas”. “Lo intento, pero me doy cuenta de que no tengo tiempo…” .
Estas son algunas de las excusas mentales que nos surgen cuando intentamos mejorar nuestro de vida. Así, muchas personas se proponen en diciembre empezar a hacer ejercicio y vivir de una manera más saludable. Comienzan a hacerlo en enero y encuentran alguna justificación para no continuar en febrero.

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“Comenzar a hacer deporte es un cambio que cuesta mucho y siempre encontraremos un pretexto para no cumplir ese buen propósito, para posponer esta cita con nuestra salud, pero ¡no hay excusas que valgan!”, señala el televisivo entrenador deportivo Cesc Escolà.

Excusas

Las excusas son “trampas que nos ponemos a nosotros mismos para no salir del bucle del sofá. Porque cuanto menos ejercicio haces, más débil te sientes y menos ganas tienes de moverte”. Señala en su libro ‘Mucho más que fitness’, donde describe rutinas de dos semanas para ponerse en forma. Además claves motivacionales para cumplirlas y pautas nutricionales para apoyarlas.

Escolà -Barcelona, 1992- estudió Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, es profesor del Grado Superior de Condicionamiento Físico , entrenó en 2020 a los concursantes de “Operación Triunfo” y durante el confinamiento por la covid dirigió los entrenamientos diarios en un programa televisivo de gran audiencia.
Los entrenamientos que plantea se distinguen por mezclar muchas disciplinas -ejercicio físico, estiramientos, gimnasia cardiovascular, yoga y pilates-, están pensados para todo tipo de públicos y los pueden hacer en casa quienes aún no se atreven a ir a gimnasios por la situación actual.

“Si entrenas empezarás a notar cambios palpables en tu físico y tu estado de ánimo, que te empujarán y te motivarán a seguir adelante. Cuidarte es el mejor regalo que puedes hacerte”, según este entrenador polivalente.

Unos hábitos, alimentación y rutina de entrenamiento saludables nos “vacunan” contra los estados de ánimo y conductas negativos. (Foto: Diego Cervo – IMEO)

¡No puedo!

Escolà recalca que hay sistemas de entrenamiento pensados para que cada persona lo adapte a su capacidad física y necesidades y que, sea cual sea el nivel de su estado físico, puedan empezar a notar cambios desde el primer día para, poco a poco, ir evolucionando y sintiéndose mejor.
“¡Solo hay que dar el primer paso!”, enfatiza.

¡Tengo dolores musculares!

“Después de entrenar vas a tener “agujetas” -dolor muscular-, sobre todo si hace mucho tiempo que no practicas deporte, pero las agujetas no son malas: ese dolor indica cambio, te dice que has hecho bien el entrenamiento y que tu cuerpo ha empezado a mejorar”, señala Escolà, añadiendo que “el mejor remedio para esa molestia es… ¡Más ejercicio!”.

¡La actividad física es aburrida!

“Cuando empieces a hacer ejercicio recuperarás movilidad y podrás hacer cosas que hace tiempo que no puedes, como caminar trayectos largos, bailar o hacer deporte y, cuanto mejor te sientas y mejor te veas, menos ganas tendrás de comer mal”, señala.
Explica que un entrenamiento bien diseñado “es un círculo virtuoso: una vez que entras, todo se retroalimenta y resulta muy fácil de mantener”.

¿Qué espera para realizar ejercicio de forma continuada este comienzo de año? (Foto: IMEO)

¡No tengo tiempo!

“Si tienes tiempo para ver un capítulo de una serie que empezaste a ver por aburrimiento, tienes tiempo para hacer ejercicio. Puedes levantarte un poco antes por la mañana y emplear ese momento en mover el cuerpo, o hacerlo a mediodía”, apunta Escolà.

“Si te fijas, te costará poco encontrar tiempo para hacer aquello que te gusta. Haz que el ejercicio físico sea una de esas actividades. Si empiezas, no vas a poder prescindir de ejercitarte”, señala.

No tengo el material necesario

“Con el confinamiento, hemos descubierto que se puede hacer ejercicio en casa con lo que tengamos a mano: botellas y bidones llenos de agua, toallas, cojines, palos de escoba”, asegura Escolà, añadiendo: “No necesitas gastar dinero en ropa ni en material. Todo lo que necesitas lo tienes ya en casa, solo tienes que decidirte a utilizarlo y empezar a entrenar”.

Estoy desanimado o estresado

“Unos hábitos, alimentación y rutina de entrenamiento saludables nos “vacunan” contra los estados de ánimo y conductas negativos, reduciendo las posibilidades de que nos sintamos desanimados, desganados o estresados, ayudándonos a salir del ‘bucle del sofá’ y gustarnos más físicamente a nosotros mismos”, explica el entrenador.

Me falta perseverancia

“Para permanecer motivado, es muy importante querer y proponerse un cambio permanente, en vez de entrenar para un caso concreto u objetivo a corto plazo, como perder los kilos ganados en Navidad o las vacaciones”, señala Escolà.

“Mantener un estilo de vida saludable y activo es una carrera de larga distancia, en la que hay que ser constante, avanzar paso a paso y ser consciente de cómo repercutirá este cambio a lo largo del tiempo. Por ejemplo evitando la atrofia muscular asociada al paso de los años y así poder llegar en buenas condiciones a una edad avanzada”, enfatiza.

Me desmotivo si estoy solo

“Si queremos incorporar unos hábitos saludables a nuestra vida, además de nuestras ganas, voluntad y convicción para cambiar, es muy conveniente la asistencia de un entrenador que nos ayude a establecer unas metas, conseguir nuestros objetivos, seguir nuestros avances y reforzar nuestra motivación”, según Escolà .

“También puedes entrenar a distancia mediante plataformas de internet como YouTube, donde hay canales con clases muy divertidas, dinámicas y adaptadas a distintas edades, que incluso se pueden practicar simultáneamente con familiares, conocidos o amigos cada uno desde su casa, formando un círculo de salud”, concluye.