El exgobernador de la región Ancash, Perú, César Álvarez, recibió una condena de 35 años de cárcel por el homicidio en 2014 del exconsejero Ezequiel Nolasco; el ahora fallecido fue quien lo denunció por encabezar una mafia para la adjudicación irregular de obras.

Álvarez fue uno de los primeros sentenciados en Perú por el caso Odebrecht.

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El Colegiado A de la Sala Penal Nacional resolvió que Álvarez, recluido en la cárcel de Cochamarca en Puno, es culpable. Cometió los delitos de homicidio calificado y asociación ilícita para delinquir en el caso de la muerte de Nolasco.

Además, le fijó una reparación civil de 111 mil dólares y la inhabilitación para ejercer función pública por 30 años.

Según el Ministerio Público, Álvarez lideraba junto al exalcalde de la provincia del Santa, Luis Humberto Arroyo, una organización criminal; esta se dedicaba a espiar, difamar y atentar contra sus adversarios políticos cuando fue gobernador regional entre 2009 y 2014.

Exgobernador peruano es condenado por homicidio

En junio del 2019, Álvarez fue condenado a ocho años y tres meses de prisión por el delito de colusión; esto a raíz de los sobornos que recibió de la empresa brasileña Odebrecht para adjudicar a esa compañía la construcción de la carretera Callejón de Huaylas-Chacas-San Luis en 2011.

La exautoridad regional recibió las transferencias de Odebrecht por 2,6 millones de dólares en cuentas de empresas ‘off shore’. Estas se crearon en Antigua y Barbuda, y en Hong Kong, según la investigación fiscal de ese caso.

El caso Lava Jato en Perú ha llevado a la justicia a autoridades locales, regionales, y a los exmandatarios Alejandro Toledo, a la expectativa de su extradición de Estados Unidos; Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, con prisión domiciliaria; además de Alan García, que se suicidó en 2019 antes de ser recibir su detención preventiva.