El abogado colombiano Iván Velásquez, que dirigió la Comisión Internacional Contra la Impunidad de Guatemala -CICIG- entre 2013 y 2019; instó a la ciudadanía y partidos de oposición a conformar un “movimiento por la decencia nacional por la transformación” del país.

Velásquez se pronunció a favor de esa “unidad por la decencia”, durante un foro organizado por una decena de organizaciones sociales,denominado “La corrupción, pandemia permanente”; en el que participó también el congresista de oposición Aldo Dávila y la exfiscal general guatematleca Thelma Aldana; con quien lideró desde 2015 decenas de investigaciones contra la impunidad.

Lee también: Colectivos rinden homenaje al personal de Salud fallecido por COVID-19

El excomisionado de la CICIG consideró que las estructuras que promueven la corrupción en Guatemala “no es que hayan retornado -tras la salida de la entidad del país el año pasado- sino que han permanecido” y advirtió que “es muy difícil lograr una transformación por la vía de la justicia y la lucha anticorrupción cuando hay un -Organismo- Ejecutivo con el nivel de comprometido, complaciente y corrupto”.

Insistió en que la ciudadanía guatemalteca, que acompañó en las manifestaciones; “tiene que luchar” y sostuvo que “las organizaciones sociales tienen una gran responsabilidad en la convocatoria de esa ciudadanía para lograr generar unidad; entorno a los decentes, a lo mínimo que se requeriría en un Estado, un estado de derecho”.

Dijo que Guatemala necesita “un liderazgo democrático, una convocatoria para generar ese gran movimiento y que con toda esa fuerza que se logre adquirir; no solo sirva de mecanismo de presión en pos de la transformación, sino también para lograr una transformación en el Congreso”.

Narcopartidos señalados por la CICIG

La tarea, sin embargo, es cuesta arriba, sobre todo cuando el partido del presidente, Vamos es aliado de otros; como la Unidad del Cambio Nacional -UCN-, cuestionado como un “narcopartido”. Cuyo excandidato presidencial y fundador, Mario Estrada, está preso en Estados Unidos por negociar con el cartel de Sinaloa para apoyar su campaña.

Esa relación de alianza entre Vamos y UCN y otras bancadas señaladas “habla también muy mal del presidente Giammattei”, subrayó Velásquez; quien cargó en contra de la “doble moral” del Parlamento al no haber elegido once meses después a las cortes de Apelaciones y Suprema de Justicia.

“Se requiere que los partidos políticos decentes y la experiencia acumulada -de la sociedad en la lucha anticorrupción-, que ha sido muy rica; que de esa experiencia se logren extraer las enseñanzas necesarias para conformar un movimiento por la decencia nacional para la transformación del país”, esgrimió.

CICIG y Thelma Aldana

La exfiscal general Thelma Aldana, por su parte, afirmó que la pandemia del COVID-19 “ha sido determinante” para mantener a la población en una “pasividad”, situación que ha beneficiado a la denominada Alianza Criminal, “que está esperando a que los magistrados de la Corte de Constitucionalidad -el máximo tribunal- terminen su mandato para capturarlo todo”.

Señaló a su sucesora en el cargo, Consuelo Porras, de haberse unido a esa Alianza Criminal que consiguió un “retroceso” que afecta “a la persona más pobre, por lo que se genera más discriminación en el país” y mayor avance de “la mafia”.

El dúo de Velásquez y Aldana emprendió una lucha anticorrupción desde 2014 que provocó la caída del Gobierno de Otto Pérez Molina 2012-2015 bajo varias acusaciones de millonarios desfalcos al Estado.

Ambos, al frente de la CICIG y la Fiscalía, imputaron a más de 150 personas por corrupción entre funcionarios, ministros, empresarios y expresidentes; pero el abogado colombiano fue desterrado en 2017 por el mandatario de aquel momento, Jimmy Morales 2016-2020, un año después de la vinculación de su hijo y un hermano en un caso de fraude estatal.