El escritor Mario Roberto Morales, Premio Nacional de Literatura de Guatemala en 2007, falleció a sus 74 años. El académico y distinguido columnista periodístico, tuvo complicaciones de salud a causa del COVID-19, indicó la familia.

Morales ingresó en un hospital privado la semana pasada; sin embargo, al agravarse ameritó su traslado al Hospital Nacional de Especialidades de Villa Nueva, donde perdió la lucha contra el COVID-19.

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La familia agradeció en un comunicado de prensa por “las muestras de cariño, apoyo y solidaridad”; exclamó que Mario Roberto Morales tuvo “una vida repleta de literatura, academia, lucha, crítica y amor hacia su familia; sus amigos y la Universidad de San Carlos”, la única pública y autónoma del país centroamericano.

De esa misma casa de estudios recibió en 2017 un doctorado “honoris causa” y fue declarado profesor emérito al año siguiente; mientras continuó con su faceta de escritor y columnista, labor que realizó desde 1992.

El legado de Mario Roberto Morales

Escribió las novelas “Jinetes en el cielo”, “Obraje”, “Rostro de la tierra, corazón del cielo” y “Los que se fueron por la libre”; además de “El ángel de la retaguardia”, “Señores bajo los árboles”, “El esplendor de la pirámide”, “Los demonios salvajes”.

También escribió el libro de poesía “Epigramas de seducción y rituales para purificarse”; también varios ensayos entre los que sobresale “La ideología y la lírica de la lucha armada”.

Además, fue galardonado en la región con el Premio Centroamericano y del Caribe de Novela en 1971, el Premio Único Centroamericano de Novela de la Dirección General de Cultura y Bellas Artes de Guatemala y el Premio Latinoamericano de Novela Educa en Costa Rica, en 1986.

Revolucionario constante

Según los datos biográficos de su sitio oficial, militó en las filas revolucionarias entre 1966 y 1991, casi la totalidad del conflicto armado interno guatemalteco (1960-1996), que dejó más de 200 mil víctimas y 45 mil desaparecidos según la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de la ONU.

En 1982, cuando agudizó el enfrentamiento entre la guerrilla y el Ejército en las zonas urbanas, Morales salió del país por un período de diez años, en los que vivió en México, Costa Rica y Nicaragua.

La familia Morales agregó en su esquela una cita de un texto publicado por el autor el mes pasado, en la que esgrimió: “Ante esto necesitamos blandir nuestra propia fortaleza espiritual y moral para que la lucidez prive sobre la locura y hagamos lo único posible de hacer: cuidarnos mucho y pasarla bien”.