La feria titular, dedicada a la Virgen del Rosario en Quetzaltenango, es uno de los muchos y muy antiguos atractivos y tesoros históricos de la ciudad.
Esta bella tradición, se remonta hasta la fundación misma de la ciudad por parte de los españoles, en 1524. Pues entre los conquistadores, se reporta la presencia de algunos frailes misioneros franciscanos y dominicos; de quienes se tiene el aporte de la fundación de la Parroquia, hoy catedral, dedicada al Espíritu Santo. Y en darle la titularidad a la Virgen del Rosario, por ser devoción dominica.
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Se desconoce el año en que la actual imagen fue tallada, pero no cabe duda que está inspirada en la Virgen del Rosario de Plata de la Iglesia de Santo Domingo en Santiago de Guatemala, hoy en la ciudad capital; por lo que posee un similar estilo, en el ropaje de la talla y la postura de los personajes, característica particular de la advocación guatemalteca en la que el niño aparece dormido, cosa que no sucede en otras latitudes.
Conociendo la historia de la Virgen del Rosario de Quetzaltenango
La tradición oral, indica que antes de pasar a la hoy catedral, la imagen, de 1.60 m, perteneció a la cofradía del Barrio la Ciénaga, pero para la primera mitad del siglo XVIII la imagen ya aparece en los inventarios de la iglesia, pues se menciona su corona.
A partir de ahí, su historia está totalmente registrada, en los anales y en los corazones de los quetzaltecos, pues se tienen registros que en 1767 estrenó su primer manto, y para 1772 le fue donada la chispa que aun hoy se encuentra en el camarín de su capilla, de estilo barroco.
La chispa de plata, posee dos cartelas en las bases, donde se lee un bello poema que se le dedicó a la patrona, al donársele este hermosísimo complemento. El mismo, en español antiguo, dice:
Ocultas bajo de un velo
Dexa estrellas por memorias
Mascilas descubre el cielo
A rallos de tantas Glorias
Premie el Rosario el hanelo
Labró de Estrellas la Aurora
AcoYris en tu capilla
Sentellando en la hiladuria
De los fieles que athesora
Estos Rallos en María
Año de 1772.
En 1781, el entonces arzobispo Cayetano Francos y Monroy, consagró la imagen y la capilla guarda celosamente una pintura en óvalo que retrata a ambos personajes. La pintura, actualmente se encuentra en restauración en los talleres de CREA de Fundación Rozas Botrán. La virgen fue restaurada en 1948 por el pintor Humberto Garavito, y en 1983 el Papa San Juan Pablo II la coronó pontificalmente.
Octubre en Xela y su feria patronal
La feria patronal, es un cúmulo de actividades y ceremonias. Apenas han logrado reponerse los quetzaltecos de la Feria de Independencia, cuando en la última semana de septiembre, empieza la algarabía. Con el descendimiento de la virgen del Rosario de su altar, la hermandad procede a cambiarle su ajuar. Luego de ello se procesiona por los alrededores del Parque Centroamérica; entra a catedral y es colocada en el altar mayor, que preside durante octubre.
A partir de ahí, se suceden una serie de actividades, como bendición de niños, rezo de novena, rezo del rosario, rezo especial dedicado al mes del santo rosario, misas especiales durante el día principal, y durante ese mes, en los alrededores del mercado central, las tradicionales ventas de platillos típicos, como garnachas, tamales, paches, enchiladas, atoles y demás delicias gastronómicas de nuestro país. Complementan la algarabía de los juegos mecánicos.
Todo llega a su gran final, con una procesión especial como cierre del mes; nuevamente en los alrededores del Parque Centroamérica, y su retorno así, a su capilla de veneración tradicional. Su bella capilla, es parte de lo que queda del templo hispánico, pues la hoy catedral, data de 1898 en la que los arquitectos Porta y Liuti, fueron encargados de la nueva obra.
La Virgen del Rosario es querida por todo el pueblo quetzalteco. Además de la Asociación para su culto, existe una cofradía indígena integrada por capitanas que lucen maravillosos nim pots tradicionales, con tocados y chachales excepcionales, muestra de nuestra rica cultura. Sin dudas, cuando hayamos pasado la prueba de la actual pandemia del COVID-19, se podrá volver a vivir esta gran fiesta.
¡Queramos y celebremos nuestras tradiciones, testimonio de nuestro legado cultural!
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