Cada Martes Santo sale a recorrer calles y avenidas del Centro Histórico de la ciudad de Guatemala, la Consagrada imagen de Jesús Nazareno que se venera en el templo de la Merced, siendo una de las pocas imágenes de las cuales se tiene un registro casi completo desde su hechura hasta la actualidad.
La historia nos sitúa en la ciudad de Santiago de los Caballeros, hoy Antigua Guatemala, en la cual en el año de 1582 la cofradía existente de Jesús de la Merced se encontraba con un dilema, a pesar de ser una organización no contaban con imagen para la veneración, por lo que en 1654 fue encomendada al escultor Mateo de Zuñiga la hechura de la imagen.
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El 27 de marzo de 1955, Zuñiga entrega a la cofradía la imagen solicitada, la cual tuvo un costo de 65 pesos. Fecha en la cual inicio la veneración del nazareno mercedario.
En 1702, se hace referencia a un cortejo procesional conocido como La Reseña, el cual aún no se tiene claro el porqué del nombre. Sin embargo, según diferentes textos históricos, refiere de la existencia de dicho cortejo para recoger flores como ofrenda de sus devotos. Así utilizar estas para el monumento eucarístico del día Jueves Santo.
Dentro de la cuaresma y semana santa existen objetos u acciones que tienen sus nombres propios, argot del cucurucho, que muchas veces pasan desapercibidos. 🔽 https://t.co/s7RbuCybTL
— CRNNoticias (@CRN_Noticias) March 30, 2023
Patrón Jurado
Derivado de una serie de desastres naturales ocurridas en la ciudad, entre las que se encuentran temblores, plagas y enfermedades, el 18 de febrero de 1721, el ayuntamiento decidió declararla como Patrón Jurado de la Ciudad contra Pestes y Calamidades.
Por lo que la procesión de La Reseña obtiene otro matiz. Cada Martes Santo se hace referencia a aquella declaración del patronazgo sin apartarse de las ofrendas florales.
En la actualidad, el cortejo procesional de la reseña ha sufrido modificaciones. De un recorrido de dos horas, este 2023 saldrá a las calles por un lapso de 7 horas, en donde sus devotos, fieles a la tradición, continúan colocando ofrendas florales a los pies de Jesús de la Merced, mismas que sirven para el ornamento del templo en los días posteriores.