Hasta 300 mil escolares franceses se someterán semanalmente a un test de antígenos de COVID-19 por la saliva; esto para controlar la evolución del patógeno e intentar que la escuela siga abierta, anunció este miércoles el ministro de Sanidad, Olivier Veran.

En su intervención en el Senado francés, Veran apuntó que la opción de los antígenos mediante muestras de la saliva es la escogida. Se elegió para no “molestar demasiado” a los pequeños, evitando así la introducción de una varita en sus fosas nasales.

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“El público prioritario son los niños escolarizados para identificar, sin molestar demasiado, casos positivos. Se realiza con la meta de preservar y proteger la escuela, que deseamos que siga abierta el mayor tiempo posible”, señaló el ministro, quien reiteró que se intenta evitar un nuevo confinamiento estricto como el de marzo de 2020.

Adelantó que este mismo jueves profesionales sanitarios de la red pública de los hospitales de París comenzarán a organizar las pruebas de antígenos; los resultados son más rápidos aunque menos fiables, que los de los test PCR.

Prueba de antígenos a 300 mil escolares por semana

Según Veran, el objetivo es que a partir de mediados de febrero se hagan exámenes a una media semanal de entre 200 mil y 300 mil escolares.

Francia, uno de los países más afectados del mundo por COVID-19 en términos absolutos; registra 3,4 millones de infectados y 80 mil muertos por la enfermedad y su ritmo de vacunación va más lento de lo esperado.

Según cálculos del Gobierno, más de 3,5 millones de franceses habrán recibido al menos una dosis a finales de este mes, cifra que puede llegar hasta los 4 millones si llegan suficientes vacunas, todavía menos del 10 % de la población de un país de 67 millones de habitantes.