El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, cumplirá este sábado su tercer aniversario al frente del Gobierno del país, en una gestión plagada de cuestionamientos por actos de corrupción durante los 36 meses de su Administración.
El mandatario, de 66 años, llega a su último año de presidencia con un evidente rechazo de la población en encuestas internacionales y, según analistas, se encuentra rodeado de funcionarios vinculados al debilitamiento del sistema judicial de Guatemala y a su cooptación estatal.
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“Tenemos un presidente que decidió avalar una política de persecución contra jueces, fiscales y periodistas”, explicó a EFE la politóloga guatemalteca Gabriela Carrera, amplia conocedora de la situación política y económica que atraviesa la nación centroamericana.
De acuerdo a la analista, “el gesto pro impunidad” más evidente de Giammattei tuvo lugar en 2022, cuando decidió reelegir a la fiscal general y jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras, por un período de cuatro años más, pese a que Estados Unidos la sancionó en 2021 por obstruir la Justicia en casos de alto impacto.
“Si nos señalan, serán perseguidos. Ese fue el mensaje que el gobernante guatemalteco y la Fiscalía han enviado procesando penalmente a actores incómodos”, detalla Carrera.
José Rubén Zamora Marroquín
Es el caso, por ejemplo, del reconocido periodista José Rubén Zamora Marroquín, ampliamente galardonado en el extranjero y quien apresaron el pasado 29 de julio por un supuesto caso de lavado de dinero, solo cinco días después de fuertes críticas a Giammattei.
A ello se suman varias exfiscales anticorrupción que imputaron en Guatemala por su trabajo en los últimos años y más de 30 abogados y exmiembros del Ministerio Público que decidieron salir al exilio ante la “persecución judicial” de Porras, según han afirmado.
Solo en este último año de Gobierno de Giammattei salieron del país al menos seis fiscales anticorrupción y los jueces de mayor riesgo Ericka Aifan y Miguel Ángel Gálvez, ambos también galardonados en el extranjero.
También abandonaron el territorio los periodistas Juan Luis Font, productor del programa radial ConCriterio, y la corresponsal de CNN en Español, Michelle Mendoza.
Giammattei, la continuidad del gobierno de Morales
Giammattei tomó las riendas del país el 14 de enero de 2020, después de cuatro intentos fallidos de llegar a la presidencia, y varios expertos han advertido que el mandatario ha tenido un papel protagónico en la cooptación de los tres poderes del Estado y el debilitamiento del sistema judicial.
El médico y cirujano retirado recibió en 2020 un país que ya había renunciado a la histórica lucha anticorrupción ocurrida en Guatemala entre 2014 y 2019, y que empezó a ser dilapidada con la decisión del presidente en aquel momento, Jimmy Morales (2016-2020), de expulsar a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).
Dicha comisión, junto al Ministerio Público dirigido por Thelma Aldana, desarticularon entre 2014 y 2019 a más de 50 estructuras ilegales de corrupción dentro del Estado, vinculadas a presidentes, expresidentes, funcionarios y miembros de la élite empresarial.
“En 2020, Giammattei intentó ser un presidente cercano a la población al inicio de la pandemia, pero cuando su gestión se plagó de irregularidades, decidió optar por el autoritarismo”, señala Carrera.
Control total del estado
De acuerdo a varios analistas, Giammattei ha logrado durante su gestión configurar a su favor la Corte de Constitucionalidad, máximo tribunal del país que ahora está integrado por magistrados cercanos al oficialismo, como la abogada Leyla Lemus, anteriormente secretaria general del gobernante.
Además, la Corte Suprema de Justicia se mantiene con los mismos magistrados desde 2019, pese a que la ley obligaba a su cambio en 2019. Ello obedece a que el Congreso, donde hay mayoría oficialista, ha decidido no llevar a cabo la elección respectiva de la corte.
“Durante el último año de gestión de Giammattei, y en medio de elecciones, creo que veremos un Gobierno que buscará mantener el poder de todas las instituciones al servicio de una pequeña clase política y la élite”, advierte Carrera.
Precisamente el último año de Giammattei estará marcado por las elecciones generales que se llevarán a cabo en junio próximo y donde se designará también el Congreso (160 diputados) y las alcaldías municipales (340).
Las acusaciones contra Giammattei
En 2022, tercer año de gestión de Giammattei, el mandatario fue acusado públicamente mediante testigos de recibir sobornos de empresarios rusos en una trama de corrupción que finalizó con la expulsión de dos directivos de proyectos mineros que operan en el norte de Guatemala.
Además, su gestión también ha estado marcada por la compra de vacunas de la marca rusa Sputnik, que estuvo señalada de irregularidades por la forma en la que realizaron los pagos de las millones de dosis adquiridas.
Sin embargo, el escenario de un sistema judicial complaciente con el poder, podría permitirle al mandatario mantenerse activo políticamente después de su gestión el 14 de enero de 2024.
Gabriela Carrera opina que, a diferencia del expresidente Jimmy Morales, Giammattei “no tiene necesidad” de refugiarse en el Parlamento Centroamericano (Parlacen) para mantener una inmunidad legal debido a su relación con el Ministerio Público.
“No creo que Giammattei, al finalizar su mandato, desaparezca de la vida política. Considero que podría mantener una estrecha relación con las próximas autoridades, debido a los intereses del sector que representa”, concluyó la politóloga.