Corría el año 2012, cuando la empresa a cargo de la construcción del Hospital Regional de Occidente del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), en la ciudad de Quetzaltenango, inició las obras en el terreno ubicado en las faldas del cerro El Baúl. Un día de tantos, una pala de excavación de uno de los albañiles, topó con una superficie dura, y tratando de liberarla para continuar el trabajo, los encargados notaron que era más grande de lo común por lo que podría tratarse de vestigios de aparente valor paleontológico; dicho hallazgo sucedió mientras la compañía a cargo de la obra realizaba los trabajos para el drenaje del complejo, a una profundidad de más o menos dos metros y medio de profundidad.
Mientras obtenían opinión sobre el posible espécimen, la compañía constructora volvió a tapar el hallazgo para su salvaguarda y procedió a dar aviso al Instituto de Antropología e Historia (IDAEH), quienes acudieron para apoyar su correcta recuperación. Los constructores además se asesoraron con la Empresa Naturaleza Abierta, (Especializada en rescates de patrimonio Arqueológico), quien dio un primer dictamen.
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Mientras, el IDAEH solicitó el apoyo a Sylvia Lorena Dávila Arroyo, curadora de las colecciones de Paleontología de la Universidad de San Carlos, para que prestara su asesoría a la empresa Naturaleza Abierta y llenando los requisitos de ley, se logró la correcta extracción del espécimen y su posterior estudio y clasificación.
El rescate del mismo se dio durante el mes de octubre de ese año. Se tomó una semana para la extracción, ocupándose dos retroexcavadoras debido al peso del conjunto. Se determinó que en efecto, era un animal correspondiente a la megafauna del Pleistoceno de Guatemala, correspondiendo a un Gliptodonte.
¿Dinosaurios en Guatemala? Sorpréndete con el inesperado hallazgo de un mamífero acorazado que se extinguió hace 10 millones de años y que fue encontrado en el occidente de nuestro país.
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— EntreCultura (@entreculturatv) October 20, 2021
Traslado a la ciudad de Guatemala
Por orden del IDAEH, el Gliptodonte fue trasladado a la ciudad de Guatemala y dado en custodia al Museo de Historia Natural de la USAC, MUSHNAT.
Ya en su nueva ubicación, la experta procedió a terminar de sacarlo de la matriz y comenzar su consolidación; pues venía en malas condiciones de fosilización (se encontraba muy poroso y quebradizo, debido a que el proceso de fosilización no se perfeccionó).
Las partes del Gliptodonte recuperadas en la excavación, estaban integradas por su caparazón en forma de domo formada por cientos de pequeñas partes hexagonales llamadas rosetones. También el cráneo, el caparazón del cráneo que era una especie de casco óseo y parte de las vértebras de su cola.
Gliptodonte
El Gliptodonte –Gliptotheriumfloridanus– fue una especie herbívora de armado gigante, emparentado con el armadillo actual. Se alimentaban principalmente de pasturas y llegaban a pesar cerca de una tonelada.
Sus medidas máximas eran casi como ver uno de los recordados vehículos escarabajo, de 3 x 1.5 metros. Aunque era originario de Sudamérica, se distribuyó por todo el continente americano, llegando hasta Texas y la Florida. Esto a partir de la formación del Istmo de Panamá o puente centroamericano en el cual muchas especies lograron llegar a tierras antes inexploradas por la diversa fauna prehistórica permitiendo el intercambio de la biodiversidad entre ambos hemisferios.
Habitó en las planicies de las tierras tropicales y subtropicales hace aproximadamente 13 mil 800 años, durante la llamada era de Hielo.
Esta especie se extinguió hace cerca de 12 mil años antes de nuestra era.
Guatemala es rica en todo tipo de patrimonio, debemos proteger y conservar estos testimonios de la antigua ocupación paleontológica de nuestra patria.
Si encuentras vestigios, da aviso a las autoridades, y sobre todo, apoya a quienes resguardan nuestra historia. Además visita aquellos museos y salas especializadas donde nuestra cultura vive y se preserva para las generaciones venideras.