La serie “The Crown”, sobre intimidades de la Familia Real británica, es una dramatización basada en “especulaciones” sobre hechos históricos. Así debe indicarlo Netflix, a opinión de autoridades del gobierno británico.

“Buena parte de la serie consiste por ejemplo en conversaciones entre Su Majestad la reina Isabel II y su hermana, la princesa Margarita; o entre la reina y su esposo.

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No creo que Netflix estuviera en la habitación en ese momento, así que inevitablemente es una dramatización”; esgrimió el Secretario Whittingdale ante un comité de la Cámara de los Comunes.

El ministro de Cultura, Oliver Dowden, remitió este mes una carta a la productora estadounidense pidiendo que se incluyera un aviso explícito de que se trata de un trabajo de ficción, algo que la firma de contenido audiovisual en línea ha rechazado.

“Siempre hemos presentado ‘The Crown’ como un drama y confiamos plenamente en que nuestros socios comprenden que es un trabajo de ficción, basado en gran medida en acontecimientos históricos. Por lo tanto no tenemos planes, y no vemos necesidad, de incluir una advertencia”, indicó Netflix en un comunicado remitido a los medios.

A pesar de esa negativa, Whittingdale insistió hoy en que “no haría daño” recordar a los espectadores que la serie; “no está basada en ningún conocimiento profundo, sino que es una dramatización”.

Algunos de los episodios que aborda “The Crown” son “controvertidos” e involucran a personas como el actual príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra; y sus hijos, Guillermo y Enrique, argumentó el secretario de Estado.

A pesar de las posibles controversias, una encuesta difundida por el diario “The Sunday Times” a principios de mes; sugiere que la popularidad de los principales integrantes de la Familia Real británica ha aumentado con la emisión de la serie.