Las autoridades judiciales de Nicaragua retiraron este martes la nacionalidad a 135 presos políticos, quienes habían sido excarcelados y expulsados hacia Guatemala el pasado 5 de septiembre.
Además, la Corte Suprema de Justicia ordenó el decomiso de sus bienes, según una sentencia del Tribunal de Apelaciones de Managua.
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Decisión basada en leyes de Nicaragua
La Corte Suprema, controlada por el gobierno sandinista, informó que la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua emitió una resolución judicial. La sentencia estableció que los excarcelados perdieron su nacionalidad por cometer delitos que, según el gobierno, atentaron contra “la soberanía, independencia y autodeterminación del pueblo nicaragüense”.
La resolución también señaló que estos 135 prisioneros promovieron “la violencia, el odio, terrorismo y desestabilización económica”, lo que afectó la paz y el orden constitucional del país. Las autoridades fundamentaron esta decisión en la Constitución Política, el Código Penal, y otras leyes relacionadas con la pérdida de la nacionalidad.
Decomiso de bienes de los excarcelados
Además de retirarles la nacionalidad, el Tribunal de Apelaciones ordenó confiscar los bienes de los condenados. Según el gobierno, esta medida busca compensar los “severos daños” causados por las actividades delictivas de los prisioneros. El Poder Judicial consideró esta acción como una forma de hacer “justicia efectiva a las víctimas”.
Respuesta internacional
Estados Unidos anunció la liberación de los 135 prisioneros políticos, quienes fueron recibidos en Guatemala. Sin embargo, ni EE. UU., ni Guatemala, ni Nicaragua han publicado oficialmente la lista de las personas liberadas. Entre los excarcelados están figuras como el periodista Víctor Ticay, el filósofo Freddy Quezada, y la activista Olesia Muñoz Pavón.
Contexto político en Nicaragua
Nicaragua enfrenta una crisis política desde abril de 2018. La situación empeoró después de las elecciones de noviembre de 2021, cuando el presidente Daniel Ortega fue reelegido para un quinto mandato consecutivo. Durante esas elecciones, las autoridades encarcelaron y expulsaron a los principales opositores de Ortega, además de retirarles la nacionalidad tras acusarlos de “traición a la patria” y de intentar un “golpe de Estado”.